Strings; memories never die✨ ➳s.m

✨Epílogo✨

Un año después...

Mientras miraba el anillo de compromiso en su dedo, no pudo evitar recordar aquel día; lo había besado robándole el aliento por completo, con un "sí" posterior.

Luego de aquel show tan especial fue que se armó de valor para contarle a Shawn toda la verdad; que había recuperado la memoria, casi por completo.

Cabe mencionar que se sintió como la mayor idiota al ver la reacción de él, lo único que pudo pensar fue: «¿por qué no se lo dije antes?», y es que jamás pensó que él sería tan, tan feliz de saber eso.

A decir verdad, eso había sido algo bastante liberador para ambos; ya no tenían nada que esconder.

Durante el último tiempo, su relación se había fortalecido como nunca, pero no habían logrado estar exentos de problemas. Uno de los motivos era lo evidente; Shawn se hacía cada vez más conocido, y la fama trae consigo muchas consecuencias. En algunas ocaciones, son más negativas que positivas. Pero ninguno de los dos estaba dispuesto a dejar ir al amor de su vida, por lo que no habían permitido que nada los separara.

Estaban completamente enamorados el uno del otro, cada día más y, a pesar de ser todavía tan jóvenes, no podían esperar para ser oficialmente marido y mujer.

La pareja había decidido esperar un año para concretar la boda. Durante ese tiempo, habían debatido acerca de muchos temas relacionados con la ceremonia.

Una de las cosas más difíciles fue elegir el lugar, ya que ninguno les parecía el apropiado. Queriendo una opinión diferente los amigos de la pareja, junto con los primos de ella, habían terminado reunidos junto a ellos en la casa de los tíos de Nina.

Terminaron con una decisión unánime gracias a la sugerencia de Nash, quien, al verlos tan complicados con el tema, tranquilamente había dicho: «yo propongo que sea en el bosque. Al mas puro estilo Bella y Edward». Todos habían quedado encantados, sobretodo Shawn y Nina, quienes habían pensado inmediatamente en el bosque donde se encontraba la cabaña.

Con el lugar ya elegido, se podría decir que lo demás no fue tan difícil.

Se encontraban a tan sólo unas horas de llevar a cabo la tan importante ceremonia, donde solo estarían sus mas cercanos.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver al chico de cabello despeinado, quien se apresuró a llegar junto a su mejor amiga.

-No sabes cuanto te he necesitado -le confesó ella de inmediato.

-Nina, sólo me fui por una hora -replicó riendo.

-Sí, y el desastre es evidente -apuntó a su rostro, frustrada.

-No está tan mal...

Y era cierto; no estaba tan mal, mas esos tonos no se verían bien con su vestido. Nina era buena con el maquillaje, no tanto como querría, pero lo suficiente como para saber claramente qué aplicarse y qué no dependiendo de la ocasión. El único problema era que, justo ahora, los nervios la bloqueaban.

-No te preocupes -le dijo, sonriendo-. Mejor dime, ¿cómo está la novia mas linda?

-No sé a quien te refieres, pero yo estoy hecha un desastre -respondió, riendo-. Joder, en serio estoy muy nerviosa.

-Supongo que no estás duda...

-¡No! -le interrumpió enseguida-. Eso nunca. Es sólo que... Es un paso tan importante, y hay tantos detalles de la ceremonia, no puedo evitar sentir nervios.

Él asintió.

-Lo entiendo -se sentó a su lado-. Pero no debes tenerlos, todo saldrá bien, te lo aseguro.