—Ayer estuve hablando con el doctor que te atendía, cuando eras pequeña —confesó, aclarandose la garganta.
Levanté la cabeza, e hice una señal para que continuara.
—Me explicó que quizás puedas ir recuperando todo tus recuerdos, con el tiempo.
—Fantástico.
Estaba apunto de decir algo más, pero mi celular comenzó a sonar. Le hice una seña a mi papá, y me indicó que contestará.
—¿Si? —Respondí, levantándome de la mesa.
—Hola, hermosa —saludó, del otro lado de la linea.
—¿Jai? —Pregunté, confundida.
—¿Quién mas? —Respondió, riendo.
Fruncí el ceño.
—¿Cómo conseguiste mi número?
—Eso no es lo importante, Nina... ¿tienes planes para esta noche?
—No, ¿por?
—Veras... hoy en la noche, hay una fiesta en casa de un amigo mío, me preguntaba si te gustaría venir conmigo.
Mantuve silencio por unos minutos.
—Hmm... sí.
—¡Genial!, paso por ti a las nueve.
—Bien.
—Nos vemos, entonces.
—Claro.
Colgué la llamada antes de que pudiera decir algo más.
Pase el resto del día acostada en el sofá, viendo programas de televisión, hasta que se hicieron la ocho de la tarde. Decidí ir a tomar una ducha, y luego elegir lo que usaría para la fiesta.
Luego de un rato, estaba lista; llevaba un vestido de color azul, con un pequeño cinturón de color negro, igual al de mis tacones.
Pude ver, por el espejo, a mi padre apoyado en la puerta de mi habitación.
—¿Te gusta? —Pregunté, girando en su dirección.
—Te ves hermosa... creo que demasiado para un chico como él.
Ambos reímos.
—¿Ya está aquí?
Asintió.
Nos despedimos, y salí para encontrarme con Jai.
—Te ves hermosa —confesó, sonriendo.
—Gracias —sonreí.
Frunció el ceño.
—¿Pasa algo? —Pregunté, imitando su expresión.
—No, claro que no... ¿nos vamos? —Preguntó, volviendo a sonreír.
Asentí, y subí a su auto.
(...)
Luces de colores recorrían la pista de baile donde los jóvenes bailaban animadamente. Jai apretó mi mano fuertemente, con la intención de evitar que me perdiese entre los cientos de invitados que se encontraban dentro de la gran casa.
Nunca me habían gustado mucho las fiestas, ni este tipo de ambiente, y de hecho, ya me estaba arrepintiendo de haber aceptado venir.
—¿Quieres tomar algo? —Preguntó, por encima de la música.
Asentí, y tiró de mi mano hasta la barra. Jai hizo una seña en dirección al chico del bar, y éste asintió riendo.
Observe como el joven de cabello castaño preparaba las bebidas, estaba agregando una gran cantidad de líquido extraño a uno de los tragos; obviamente, a el mío. ¿Este imbécil quería drogarme?, oh no, esta vez se equivoco de chica.
—Están listos —avisó, pasándonos los tragos.
Recordé que Jai me había contado que tenía una hermana joven, adolescente, con la cual tenía bastantes problemas, debido a su rebeldía. Decidí usar eso en su contra.
—¡Dios mío! ¿esa es tu hermana?
Sus ojos se abrieron más de lo normal, y dio la vuelta de inmediato; en un rápido movimiento cambie nuestros tragos.
Se giró otra vez quedando frente a mi, dio un suspiro de alivio y me miro negando con la cabeza.
—¿No era?, oh, debe haber sido una idea mía —dije, sonriendo inocentemente.
—No importa... Ahora, hagamos un salud —dijo, juntando su copa con la mía.
—Salud —repetí, sonriéndole falsamente.
Unos minutos más tarde, Jai comenzó a comportarse extraño, muy extraño. Lo perdí de vista por unos instantes, y cuando lo volví a encontrar estaba besándose apasionadamente con... su mejor amigo, mientras lo demás tomaban fotos o filmaban el momento.
Salí de la fiesta, hasta los jardines traseros, donde no había casi nadie.
El viento soplaba, y el frío comenzaba a hacerse presente. Me arrepentí de no haber llevado una chaqueta, mientras los párpados comenzaban a pesarme.
—Este no es un muy buen lugar para dormir, pequeña Blacks —murmuró, cerca de mi oído.
Di un salto debido al susto, y luego le di un pequeño golpe en la nuca.
—¡Hey!, ¿por qué fue eso? —Preguntó, mientras arrugaba la frente.
Inconscientemente sonreí por lo lindo que se veía haciendo ese gesto.
—Por lindo, ¿porqué más podría ser? —Pregunté, en tono burlón.
—Me debes una, Blacks —dijo, sentándose a mi lado.
—¿Qué haces aquí? —Pregunté, abrazándome a mi misma.
Se encogió de hombros.
—Y tú, ¿qué haces aquí? —Preguntó, mirándome fijamente.
Me encogí de hombros, igual que él, y ambos reímos.
—Eres tan hermosa —dijo, acariciando mi mejilla.
La piel se me erizó, no sé si debido al frío, o al toque de Shawn.
—¿Tienes frío? —Preguntó, mientras fruncía el ceño.
Negué con la cabeza, y él rió. Se quitó la chaqueta de cuero que traía puesta, y la puso sobre mis hombros.
—Gracias... —Susurré, sonriéndole.
La canción "Thinking Out Loud" comenzó a sonar a nuestras espaldas, y ambos comenzamos a tararearla.
Shawn giró la cabeza en mi dirección, y se quedo mirándome por varios minutos; acarició mi mejilla nuevamente, y luego comenzó a acercarse lentamente, su respiración se mezclaba con la mía.
Me rodeó con sus brazos, entonces... El mundo se detuvo, y me besó lentamente...
"So baby now...
Take me into your loving arms
Kiss me under the light of a thousand stars
Oh darling, place your head on my beating heart
I'm thinking out loudThat maybe we found love right where we are
Oh maybe we found love right where we are
And we found love right where we are..."
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Strings; memories never die✨ ➳s.m
Fanfic"-Jamás lo lograría, porque los recuerdos nunca mueren... Nuestros recuerdos nunca morirán, Shawn." Estrictamente prohibida la copia parcial o completa de la historia.