Strings; memories never die✨ ➳s.m

XXI✨

Nina's POV.

El fuerte, y a la vez familiar, dolor de cabeza, no tarda en hacerse presente en el momento que mis ojos se abren pesadamente.

En cuanto me levanto de la cama, siento un fuerte mareo, que hace que pierda el equilibrio, mas logro mantenerme en pie evitando una caída.

Camino hasta el baño, sintiéndome sedienta, con algo de náuseas, y aun un poco mareada.

Imágenes de la noche anterior vagaban por mi mente, mas no lograba recordar al cien por ciento todo lo que había pasado. Algo sobre una apuesta rondaba en mi cabeza...

Salí de baño, encontrándome con la figura de Shawn atravesando la habitación.

—Buenos días— saludó, sonriéndome.

—¿Qué mierda paso anoche?— pregunté, ignorando lo dicho anteriormente.

—¿No recuerdas nada?— preguntó, algo nervioso.

—Sí, es decir... algunas cosas— respondí, sentándome en la silla del escritorio.

—Bien, luego hablaremos de eso— hizo una pausa—. ¿Cómo te sientes?, digo, después de semejante borrachera.

—¿Me estas diciendo borracha?— pregunté, ofendida—. Para tu información, me siento excelentemente bien.

Arqueo una ceja.

—No jodas, Nina— se burló, riendo—. Después de todo lo que tomaste, debes tener una resaca bastante grande.

—No, no me siento tan mal— mentí, mirando mis uñas.

Niega con la cabeza, y ríe.

Nisiquiera había notado la existencia de una pequeña bandeja ubicada a su lado, hasta que me la entregó. Agua, y un par de aspirinas.

Me límite a susurrar un "gracias", para luego quedar en silencio por unos minutos, hasta que decidí hablar.

—Me podrías decir, ¿qué fue lo que tomé anoche?, en serio, necesito saber.

—En resumen, cuando te encontré te habías bebido la mayor parte de una botella de whisky— respondió, con total sinceridad.

—Eso es...

—No fue solo eso— me interrumpió—. También, antes de que nos fuéramos, te pedí si me podías esperar para despedirme de los chicos, cuando volví te habías tomado... ¿seis?, si, creo que seis, shots de tequila.

—No jodas...

—No, no jodo.

Lo miré mal, y él rió.

Los minutos avanzaban, y ambos volvimos a guardar silencio, siendo yo, nuevamente, la que se decide a romperlo.

—Bien, fue un placer convivir contigo, tienes una hermosa familia, Mendes.

Me levanté de la silla, y comencé a tomar todas mis cosas para meterlas a la maleta.

—¿Qué haces?— preguntó, un poco anonadado.

—¿No es obvio?, me voy— respondí, sin mirarlo.

—¿Por qué?— preguntó, aún sorprendido.

—Shawn, que anoche me haya emborrachado hasta el punto en que lo hice, no significa que haya olvidado qu...

—Terminé con ella— soltó de golpe, interrumpiendome.

Su rostro estaba completamente serio, mas no se notaba triste o arrepentido de haber terminado con ella, si es que verdaderamente lo había hecho.

—¿Estas hablando en serio?— pregunté, sorprendida.