Strings; memories never die✨ ➳s.m

XI✨

—Vamos, ¡por favor! —Rogó, por décima vez.

Tendría que contárselo, o ella lo sabría tarde o temprano. Es ahora o...

—Dios... es un cerdo —dijo, sacándome de mis pensamientos.

Fruncí el ceño; me hizo una seña para que mirara a mis espaldas.

Lo que menos me hubiera gustado ver, era lo que precisamente estaba frente a mis ojos; Shawn besándose, más bien tragándose, con la capitana del equipo de porristas, más conocida como la gran zorra; Magda.

Estoy segura de que si buscan "imbécil" en el diccionario, verán una foto mía. ¿Qué podía hacer?, no somos nada... o eso creo, ni yo misma lo sé, joder.

Shawn se separó bruscamente de ella, al ver que yo estaba viendo toda la escena.

—¿Ya me dirás con quien saliste? — Preguntó, Ellie, volviendo a concentrarse en nuestra conversación.

—Salí con alguien que pensé que era diferente, pero al parecer es un imbécil igual a todos, ¿feliz? —Respondí, poniendo los puños sobre la mesa.

—Nina yo... —Su tono era una mezcla de nerviosismo y miedo.

Me arrepentí en el momento que vi su rostro, no me di cuenta de que estaba descargando mi rabia con alguien que no tenía absolutamente nada que ver.

—No, yo... yo lo siento, no quise hablarte así, es solo que... Luego te cuento todo, ¿sí? —Pregunté, pasándome una mano por el cabello.

Ella asintió.

Me fui de ahí rápidamente, hasta los jardines traseros, sin darle oportunidad de replicar.

Un cuerpo cayo a mi lado; abrí los ojos y allí estaba Shawn, sentado junto a mi.

—¿Qué haces aquí? —Pregunté, sin mirarle directamente.

—Quiero... explicarte lo que viste —respondió, casi murmurando.

—No me interesa —aseguré, sonriendo falsamente.

Había pensado en recriminarle, y enfadarme por haberme estado haciendo falsas ilusiones. Pero termine optando por enfrentar las cosas como siempre lo hacia; siendo indiferente, fingiendo que no me afecta nada, siendo la persona fría y orgullosa que siempre he sido.

—¿Q-Qué? —Preguntó, sorprendido.

—Eso que oíste, no me interesa, y además no me debes explicaciones de nada.

—No quería hacerlo, de verdad, yo...

—Sólo déjalo, Shawn —le interrumpí.

—Todo por mi puto orgullo —mumuró, pasándose las manos por el rostro.

—¿Una apuesta? —Pregunté, esta vez mirándole.

Asintió.

¿Qué podía decirle?, no podía juzgarlo, ya que si yo hubiera estado en su posición, seguramente habría hecho exactamente lo mismo. Era una puta orgullosa, al igual que él.

—Que bajo haz caído, Mendes.

—Ni me lo recuerdes —rió.

¿Qué mierda tengo en la cabeza? Me ha comprado con una puta sonrisa. Definitivamente, soy una imbécil.

—¿Quieres almorzar conmigo hoy? —Preguntó, sonriendo de lado.

—No puedo, debo ir a mi casa por algunas cosas que olvide —mentí, desviando la mirada.