Strings; memories never die✨ ➳s.m

XXXI✨ →tercera parte←

Mientras Shawn compraba café para ambos, en el mismo lugar donde había estado con Nash esta tarde, aproveché de alejarme un momento para llamar y así saber como iba todo.

—Pequeña, ¿qué tal todo?

—Cam, todo bien, estamos en aquella cafetería que queda cerca —comenté—. ¿Cómo va todo por allá?

—Excelente —aseguró, orgulloso—. Todo de acuerdo al plan.

Sentí la campanilla de la puerta sonar, segundos más tarde, Shawn caminaba en mi dirección con dos vasos en sus manos.

—Tengo que colgar, Cam —dije, mirando hacia atrás—. Gracias por todo, y nos vemos en un rato.

Colgué antes de que él pudiese despedirse, para luego toparme con la mirada confusa de Shawn.

—¿Con quién hablabas? —Preguntó, frunciendo el ceño.

—Mi padre —respondí, tratando de sonar segura.

Asintió, y sonrió tiernamente.

—Tu favorito —me extendió el delicioso café.

Sonreí en modo de agradecimiento.

—¿Quieres que te lleve a tu casa? Ya es tarde, tu padre podría preocuparse.

Negué con la cabeza. —Quiero ir contigo a un lugar más.

—¿Segura?, ¿no tendrás problemas con tu padr...?

—Ya hablaré con él —le interrumpí—. No te preocupes por eso, ahora vamos.

—Pero, ¿a dónde?

—¿Por qué haces tantas preguntas? Calla y acompáñame.

Rió, y enredó su brazo en mi cintura.

(...)

—¿Qué hacemos aquí?

—¿Confías en mi? —Pregunté, en cambio, cerca de su oído.

—Claro que sí, no tengo ni la menor duda de eso —respondió, en tono seguro.

Sonreí, para luego tomar la venda y ponérsela nuevamente en los ojos.

—¿Debería temer por mi vida o algo? —Bromeó, riendo.

Reí, mas no le di respuesta alguna. Miré la hora; once cuarenta y dos de la noche. Teclee un mensaje para Nash.

“Que empiece la fiesta...”

—¿Qué haces?, ¿qué hacemos aquí?, ¿vas a hablarme o piensas quedarte callada el resto de la noche?

—Calla, Shawn —dije, riendo—. Basta de preguntas, debes esperar.

Asintió sonriendo. Lo guié hasta el lugar donde estaba su sorpresa e inmediatamente los chicos encendieron un par de reflectores. Más allá, había una pequeña mesita con varias cosas en ella.

—Bien, a la cuenta de tres puedes quitarte la venda, ¿entendido? Ni antes, ni después —advertí, posicionandome frente a él.

—Entendido —me enseñó su pulgar.

—Entonces, aquí vamos —dije, algo que fue más para mi misma.

Suspire, y reí de la expresión de Shawn.

—Uno...

—Cien —se burló él—. Cuentas demasiado lento.

—Dos...

—Venga, basta de hacerme sufrir. Me esta matando la curiosidad. Apresúrate, Nina.

Dirigí mi vista hacia la pantalla de mi celular; once cincuenta y nueve.

—Tres...

Se quitó rápidamente la venda de los ojos, parapadeando un par de veces para acostumbrarse a la luz.

—Feliz cumpleaños, Shawn —dije, sonriéndole.

Se mantuvo en silencio.

«Di algo. ¡Di algo, joder!»

Observó con detenimiento cada detalle del mural. Poseía unas bonitas y grandes letras, pintadas con sus colores favoritos, y que formaban la oración: "Happy birthday, idiot". Estaban acompañadas por uno que otro corazón, y también por lo que más me había costado; el dibujo de su rostro.

Esperé nerviosamente una reacción, mas esta no llego hasta un par de minutos después.

—No tengo palabras —pronunció, manteniendo la mirada fija en el mural—. ¡Dios mío, Nina!, ¡eres jodidamente maravillosa!

Y fue recién ahí cuando todas mis preocupaciones, porque no le gustase lo que había hecho, se desvanecieron.

—¡Es endemoniadamente fantástico, me fascina!, es el mejor regalo que me han dado en toda mi vida —dijo, tomándome en sus brazos—. Bueno, el segundo para ser sincero.

—¿Cuál fue el primero? —Pregunté, curiosamente.

—Tú —respondió, con una sonrisa.

Mis pies volvieron a tocar el suelo, y de inmediato uní mis labios con los de Shawn de una manera tierna y apasionada.

—Te adoro, princesa —confesó—. Tal y como te lo dije una vez; significas el mundo para mi.

—Y yo te adoro a ti —le correspondí, sonriente—. Shawn, tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

Besó tiernamente mi frente, para luego abrazarme fuertemente.

Y por un momento, pensé en que así era como me quería quedar para siempre...