La señora del Ministerio, dijo que se llamaba Elisabeth pero que le llamaramos Eli, nos vino a buscar sobre las nueve de la mañana.
Nos despertó a mi y a Dyl y seguíamos abrazados en el sofá. Nos vestimos "formales" según Eli, una blusa (los chicos una camisa), unos pantalones de vestir y unos zapatos de vestir (casualmente los tres elegimos unos náuticos, eran más cómodos a la hora de andar). Cara me peino y yo a ella, como hacíamos antes de que todo esto empezara, antes de Hogwarts, antes de los estúpidos Aurores.
Bajamos y en el comedor de El Caldero Chorreante nos tenían puesto el desayuno, tostadas, huevos y zumo de naranja. Desayunamos desganado, por primera vez en mi vida pensé en no desayunar, pero me forcé a hacerlo.
Antes de irnos subí a por una chaqueta, se me había cortado el cuerpo, pero lo único que tenía que me pegaba era el jersey que Fred me había dado. Eso me derrumbó más todavía, pero aún así me lo puse, el olor a me tranquilizaba.
Bajé en poco y salimos a las diez y cinco. Eli estaba muy alterada diciendo que nos íbamos a retrasar etc. Nos pegamos una caminata hasta una cambian de teléfonos típicas londinense. Nos hizo apretujarnos a todos allí dentro, metió dos monedas y entonces la cabina, empezó a bajar. Dijo que era la entrada de visitas al Ministerio, que era la que debíamos usar y todo eso.
Nos bajamos en un gran pasillo con las paredes llenas de azulejos verdes y negros y un montón de personas, que según nos informó la secretaria, venían trabajadores viajando con polvos flu.
Continuamos andando hasta una especie de rotonda, en el centro de esta había una gran escultura, cogimos la salida de la izquierda. Y tras continuar por otro pequeño pasillo, llegamos a otra sala redonda donde nada más había ascensores antiguos. Yo iba a continuar andando cuando Eli carraspeó para llamar mi atención y decirme que esperara junto a ella hasta que viniera a persona encargada de nuestro caso.Se nos veía tan pequeños en aquel mundo...
No mucho más tarde, a las once en punto, llegó una mujer de unos treinta años, con el pelo rizado recogido en una cola a caballo y un traje de empresaria de color azul marino. Llevaba en sus manos una gran carpeta marrón de cuero.
- Buenos días, soy Hermione Weasley, la encargada de vuestro caso. Siento mucho vuestra tragedia.
Hermione... Su nombre lo había oído yo en algún sitio...
- Usted es la tía de George y Fred.- dijo Logan adelantándose a mi.
- ¿Conocéis a mis sobrinos?- preguntó ella un poco cogida por sorpresa.
- Si, señora.- me adelanté a contestar esta vez yo.- También hemos oído maravilla de usted en la escuela, y en particular, en mi casa.
- Son amigos nuestros.- se apresuró a explicar Dylan.
- Magnífico.- dijo ella quitándole importancia.- Tenemos que ir al despacho a arreglar vuestra tragedia, chicos. Si pudiéramos coger el próximo ascensor sería fantástico.-dijo ella centrándose en lo importante.
Esta mujer era muy simpática, sabía cómo se debía tratar a los niños y sobre todo como tratar los malos asuntos. Fue mucha casualidad que ella tuviera nuestro caso.
Cuando llegó el próximo ascensor nos subimos en él. Me pareció muy extraño, ya que no sólo se movía verticalmente, sino también horizontalmente y sin previo aviso. Esto último nos hizo zandarear a mi y a mis hermanos varias veces, la señora Weasley, sin embrago, ni se inmutó.
Por fin se paró y Hermione nos indicó que bajaremos. Estuvimos andando por un montón de pasillos durante un rato hasta que encontramos uno que ponía, casos especiales o eso entendí yo, porque la letra era muy rara.
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Conociendo Hogwarts
FanfictionEmma es una persona normal. Bueno, normal en el sentido muggle de la palabra. Ella es hija mestiza, su padre es muggle y su madre bruja. Cuando Emma cumple 11 años llega una carta a su casa, pero no una carta cualquiera, no, es una aceptación en el...