Capítulo 77. Decisiones

16 2 0
                                    

Maratón final 1/4

En este instante sabía exactamente cómo se sentía Vickie cuando Teddy le besó en el altar.

Era como si no hubiera nada, más que nosotros dos. Lo demás no importaba porque estaba junto a él.

Todo era perfecto.

Tras el primer beso me miró, pude ver lo enamorado que estaba en sus ojos. George padre llevaba razón. Se nos veía de lejos, pero es que tampoco lo podíamos evitar.

- Feliz primera cita oficial.- me dijo y esta vez fui yo quien le besé.

Unas cosas nos llevaron a otra, tampoco pienso que sea muy bonito dar detalles, y acabamos sobre su cama. O eso espero, sería muy incómodo caer sobre la de George, me sentiría rara.

La respiración de ambos pasó a ser irregular, como cuando corres y te empieza a doler el lado.

Entre beso y beso tenía que jadear para poder aguantar al próximo, que también me robaría el aliento.

En algún momento en el que rodamos sobre la cama nos quitamos la ropa, su piel estaba caliente, nunca había tocado nada así, parecía tener fiebre de 60°.

Por un momento se paró. Me contempló. No sé para qué lo hizo, pero la verdad es que me entristeció. Su falta me daban ganas de más. Entonces comprendí cómo se sentía cuando me decía que estar lejos de mi le costaba muchísimo.

Pararon los besos. Me miró todo el cuerpo, mientras iba pasando sus dedos por él.

Normalmente cuando alguien me hacía algo parecido me empezaba a reír de las cosquillas. No pasó, yo sólo le miraba, esperando algo que todavía no sé lo que es.

Se fue a apartar, estaba encima mía, pero lo apresé con mis piernas y él sonrió. No sabía lo que estaba haciendo, y puedo jurar que él tampoco lo sabía.

Pasó sus dedos una vez más por el filo de mi lencería. Me aceleró el pulso de nuevo, ahora que estaba volviendo a ser normal.

- Hoy no es el día.- me dijo y se giró.

Como le tenía agarrado, cuando rodó él quedó debajo y yo encima y le bufé. Y no sé por qué lo hice.

Solté mis pierna de su torso y me estiré. No llegaba a tocarle los pies. Y eso que había crecido.

Me quité de encima suya, y me tumbé a su lado. Él me cogió la mano y la besó. Miré el techo, hasta que la pregunta no aguantó más en mi cabeza.

- ¿Por qué no hoy?

Él río un poco, como si yo fuera una niña que ansia algo y él tuviera el secreto para conseguirlo.

- Porque quiero preparártelo mejor. ¿Qué clase de caballero sería si en mi primera cita me acostara contigo?

Sonreí. Estaba claro que él era el romántico de los dos. A mi esto no se me habría ocurrido jamás en miles de años.

En algún momento, mirando aquellas plantas me quedé dormida. No sé cuando, sólo sé que no tuve ni una sola pesadilla en toda la noche.

Cuando desperté Fred me estaba mirando. Le puse mi mano en su cara.

- ¿Es que tú no duermes?- le susurré.

El sonrió.

- Me gusta verte dormida. Pareces inofensiva.- le miré dudosa. ¿"parezco" inofensiva?- Todos sabemos que eres más bruta que todos tus hermanos juntos.

Conociendo HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora