Capitulo 11. Al despacho de McGonagall

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Como el día anterior, la alarma sonó y maldije de forma intangible y me levanté de forma perezosa.

Al levantarme recordé que esa noche no había usado pijama y ya estaba vestida. Me peiné y arreglé la ropa y bajé a esperar a los chicos.

Cuando bajé estaba sólo George en el sofá que nos habíamos asignado en estos días.

- Buenos días.- dijo alegremente.- Esto... Tu hermano y Teo están malos.

- ¿Cómo que malos?.- dije alterada y preocupada.

- Pues que estuvieron indispuestos anoche y fuimos a la enfermería. Estarán allí dos días por comer algo que estaba en mal estado. Por lo visto no fueron los únicos.

Dos días, sola, con George. Madre mía, alguien debía odiarme mucho mucho.

- Bueno, iremos a verlos en cuanto tengamos un hueco.- dije incluyéndolo en los planes.

- Sí claro. ¿Bajamos ya?

Asentí y bajamos por los cientos de pasadizos que George conocía.

- ¿Cómo conoces tantos pasadizos y no consigues perderte nunca? Además eres de primer año, no habías estado aquí antes.

- Mi padre. Tiene una mapa, estudió aquí, en Gryffindor también. Mi hermano y yo nos llamamos como él y su gemelo.

- Vaya. En mi familia, gemelos solo mis hermanos y yo.

Llegamos a nuestras mesa y nos sentamos a desayunar prácticamente solos. La gente es muy perezosa, hay que ver...

Tras el desayuno subí a mi habitación a coger mis libros, momento que aprovechó Erika para abordarme a preguntas.

- ¿Has hablado con tu primo? ¿Te ha dicho algo de mi? ¿Yo también le gusto? ¿No le gusto? ¿Saldría conmigo o no? ¿Te dijo si...?

- Para el carro. Demasiadas preguntas seguidas para ser tan temprano. 1 Sí, he hablado con Chase y 2 no, no me ha comentado nada de ti, no se sí es por querer guardarlo en secreto o que no le gustas pero no me dijo nada.- mentí cómo mejor sabía.

- Eso significa, que hay posibilidades. ¡Dios te quiero tanto!- dijo estrujándome en un abrazo y se fue feliz.

No podía decirle la verdad. Mi primo no estaba colgado de ella, pero sin embargo...

Mis pensamientos se vieron silenciados al ver a George esperándome. Madre mía, iba a morir.

- ¿Qué toca?- pregunté al bajar.

- Defensa Contra Las Artes Oscuras, Aprender a Volar e Historia.

- No puede ser, con historia antes de comer no me dan ganas de comer, sino de dormir.

- Bueno, a ti te parece divertido porque tiene esa pelea rara con tu hermana.- dijo Goerge. A lo que era cierto. Llegamos al aula de la señorita Hastings, y ya estaban allí los de Slytherin. Vaya, ellos sí eran madrugadores.

La clases pasaron con monotonía y aburrimiento, pero nada comparado con la clase de Historia, en la cual, volví a pelearme con Cara gracias a nuestras plumas. Sinceramente para lo único que sabía usarlas era para eso. Porque escribir con eso se me hacía muy raro y arcaico. Este fin de semana tendría que aprender, porque ni siquiera había cogido apuntes. Vislumbré a un compañero de Gryffindor que estaba tomando apuntes. Amigo, ya me los podía ir dejando.

Salimos de Historia como gente a la que lleva el diablo. Y fuimos a la torre. Dejamos nuestras cosas y fuimos a la enfermería a ver a Teo y Dyl.

Estaban en camillas contiguas tirándose papelitos a través de unas cañitas. Un día muy productivo para los dos, si señor. Nos dijeron que no es que la comida estuviera mala, sino que un chaval la había echado algo, no sé cuál poción, a la salsa del pavo y todos los que lo habían comido habían caído enfermos. Por lo visto lo hizo con el objetivo de enfermar y no poder ir a clase. Demasiado atrevido.

Conociendo HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora