Capitulo 14. Las pruebas del equipo y enfados por todos lados.

126 16 3
                                    

Me quedé dormida en el sofá junto a la chimenea. Ya empezaba a hacer frío y mi cuerpo lo sabía.

Por la mañana me despertó Isa, diciéndome que sino quería que todo el mundo me viera babear, que me fuera arriba a seguir durmiendo. Subí pero no me acosté, sino que me vestí y bajé a desayunar. Hoy no pensaba perderme mi desayuno.

Siempre me fascinaba la cantidad de comida que había en el mundo mágico. Pero en Hogwarts ya era una pasada.

Desayuné prácticamente sola. Echaba ya de menos a Teo y a Dyl. Han pasado tantas cosas sin ellos.

Fui a estudiar a la biblioteca con los apuntes de James. Empecé a copiar los apuntes y de repente me fijé en la letra. Esa letra, me era muy familiar. Se parecería a la de alguno de mis hermanos, seguro, me las sé de memoria.

Seguí copiando, no pensaba que este hombre dijera tantas cosas. Era aburrido incluso copiar los apuntes. Al final terminé, de copiar, sólo de copiar. Serían las doce del medio día, y decidí ir a ver a los enfermos, estaba ya de historia hasta donde no os podéis imaginar.

Bajé sola de nuevo, y no me gustaba estar sola. Cuando llegué vi fuera de la camilla a Teo y a Dyl.

- ¡Por fin! Ni os podéis imaginar cuánto os he echado de menos. Y las de cosas que han pasado.

Dicho esto salimos del castillo y nos sentamos junto al lago, ese lugar que conocí gracias a los pelirrojos.

- Un sitio muy bonito, ¿cómo lo descubriste?

- Para eso os tengo que contar todo lo que ha pasado.

Y empecé a relatar todo, obviamente dejando de lado detalles innecesario que harían a Dyl matar a ambos pelirrojos y lo de mi primo Donald. Les conté el problema de Chase, Jase y Erika, lo de las salidas de George, incluso mi paseo por el despacho de la directora en plena noche.

- Así que, un admirador secreto.- dijo Teo riendo.

- Sí, el caso es que me suena su letra. Y no se de qué.

- Cuando lo adivines me avisas. Le arrancaré la cara al niñato ese.- dijo Dyl.

- Pobrecito, no digas eso, es muy bonito.

- Como lo averigües y no me cuentes nada, ve despidiéndote de un hermano.

- Dyl, eso es injusto, se que le harás daño si te lo digo y sino, me harás daño a mi.

- Por favor, chicos, si habláis en inglés os podré entender.- nos interrumpió Teo.

- Calla.- dijimos Dylan y yo al unísono.

- Me voy.- dije.- me sienta muy mal que seas tan sobreprotector conmigo y no con Cara, ella es tu gemela y yo soy mayor.

- Sólo 10 meses.

- Pero soy mayor. Sé hacer mis cosas solita y arreglarmelas sin ti.- y entonces me arrepentí de aquello.

Pero no me lo hice notar, el daño estaba hecho, así que me fui.

Llegando al castillo alguien tocó mi hombro. Me giré furiosa y vi a un débil James con una escoba en la mano.

- ¿No pensarías que se me olvidaría no?

- A ti no, pero a mi si.-contesté relajando el ambiente.- Voy a por ropa de deporte y nos vemos ahora en...¿dónde quieres que nos veamos?

- En el campo de Quiddich, si es posible.

- Vale, ahora te veo, no tardo nada.

Subí corriendo las escaleras de los cinco pisos que me quedaban por subir.

Conociendo HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora