Capítulo 66. La Cita Del Baile

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Maratón 1/4

Lloré.

Lloré mucho.

Tanto que ellos se fueron y yo me quedé allí sentada bajo la mesa que aguantaba las plantas.

Eché de menos un abrazo de Erika. Como la vez que me dijo Fred que era su maldición.

Pero Erika no apareció por la puerta. Nadie lo hizo.

Cogí un bote de estos que utilizábamos en pociones. Y cogí ese recuerdo.

El otro día leí como se copiaban. Lo copié y lo puse en otro tubito. Recogí mi recuerdo. Y cogí el otro.

Era tan de noche que no había nadie por los pasillos. Llegué a la habitación de Roxie y la desperté. Ella abrió los ojos rápidamente algo asustada. Luego me miró y le indiqué que saliera.

Cuando salió en bata le di el tubito.

- Para que me sigas insistiendo.- le dije antes de dárselo e irme. No me paró, se me quedó mirando algo confusa y luego se fue al baño.

Cuando llegué a mi habitación había un chico con Avril.

Ya lo sé. ¿Con Avril? Yo tampoco lo esperaba.

Ahora misma me parecía que todo el mundo se enamoraba para reírse de mi. Así que al ver la escénica cerré la puerta con cuidado y bajé a echarme en el sofá. Por lo menos allí había sitio para dormir.

Al día siguiente Dyl me despertó del sofá. En menos de un mes mis dos hermanos tenían heridas de peleas en su rostro. Le toqué la cara con cuidado.

- ¿Qué has hecho, Dyl?

- Lo que tiene que hacer un hermano respetable.

Me incorporé del sofá. Busqué con la vista a alguien más que me dijera qué había pasado, pero la sala estaba vacía.

- He aguantado dos años viéndote llorar y haciendo como si nada. Ya no aguantaba más. Fred no te iba a hacer llorar más. Le he dejado claro que no se puede acercar a ti.

Me quedé estupefacta ante sus palabras.

¿Cómo demonios lo había averiguado? ¿Tan obvia había sido?

- Dyl, tienes que dejar de...

- No te voy a dejar sufrir si está en mis manos, Emma. Eres mi hermana y nadie hace sufrir a ninguna de mis hermanas.

Me levanté y le dí un beso en su mejilla. Fui a la habitación de Roxie de nuevo, ella estaba en el filo de la cama mirando una de sus zapatillas de conejitos.

Al verme entrar sólo me abrazó.

- Siento que Dyl le haya pegado.- le susurré.

- Se lo merecía. Se lo merecía de verdad.

Ella lloró, supongo que estaría algo rara, Dyl le gustaba y le había pegado a su hermano, tendría el corazón dividido.

- Olvidemos lo ocurrido.- me dijo.- Tenemos un baile que planear y la campeona de Hogwarts no puede ir con un cualquiera.- sonrió.

La búsqueda de una pareja de baile fue un desastre monumental. Completamente desastroso. Horroroso.

Nadie que me hubiera visto bailar quería ir conmigo al baile.

Nadie que hubiera visto a Albus o a Fred tampoco.

Me estaba quedando sin opciones.

Así que mi última opción fue preguntarle a mis más cercanos.

Conociendo HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora