Me quedé sin saber que hacer, con sus labios todavía encima de los míos.
No, todavía no había asimilado bien lo que me acababa de decir. Ni que me estuviera besando.
Se separó lentamente de mi y me miró con cara de no entender. A saber que cara tendría yo en estos momentos.
- Dios, he ido muy rápido. Lo siento.- dijo arrepintiéndose.
- No es eso. Es que no me esperaba que sintieras por mi lo mismo que yo por ti.
Si, así se lo dije. Solté la bomba. ¡PAM!
- ¿Lo estas diciendo en serio? ¿O lo estas diciendo por no hacerme daño? Porque sí es para no hac...
Y lo besé. Realmente no se como hacerlo, nunca había besado a nadie anteriormente.
Me separé de el, y ahora era él el que estaba atónito.
- ¿Me crees ahora o no?
Y me abrazó. Luego me llevó a bailar, al final, el día acabó bastante bien a pesar de ser un 14 de febrero.
Al día siguiente maldije para mis adentros el despertador. Por culpa de Scor me había acostado tarde, y ahora tenía en la cabeza un dolor insoportable.
Me vestí, como todos los días, y George me arregló la corbata. Camino al Gran Comedor, me quedé rezagada y Teo vino a hablar conmigo.
- ¿A dónde fuiste después del baño?
- Volví al castillo, me encontraba mal.
- ¿Cómo saliste sin que te viera?
- Por la puerta, no te habrías dado cuenta, pero me fui.
- Pues parece que hoy no estas mejor que ayer, tienes mal aspecto.
- Ya, trastornos en el sueño, ya sabes. Los exámenes y trabajos me ponen de los nervios.
Ya entrando vimos que Fred tenía un aspecto peor que el mío, como si hubiera pasado la noche en vela.
Me senté frente a él, con la intención de observarlo mejor.Tenía grandes ojeras, la piel más pálida de lo normal y los ojos hinchados. Como sí hubiera pasado la noche llorando.
- ¿Lo pasaréis bien ayer? Siento haberme ido sin avisar, pero, me encontraba fatal.- le dije a George.
En ese momento, y casi automáticamente, Fred se levantó, cogió el periódico y se fue. No sabemos por qué, no sabemos a donde. Pero parecía molesto y cansado. George, al verlo desaparecer le siguió.
- ¿Y después soy yo el de la ira? Me parece increíble.
- No compares, Dyl.- le contestó Logan.- Él se ha ido pero sin pegarle a nadie.
- Touché.
- ¿Ha sido por lo que he dicho?- pregunté. Sintiéndome cada vez peor.
- Puede ser, ayer, no se cómo, salió de allí tras la tarta y cuando volvió tenía los ojos rojos. Creo que el ayer no lo paso muy bien y has metido el dedo en la llaga.- me dijo Dyl.
Me alegraba ver a Dyl sin agresividad, al parecer el Quiddich le estaba viniendo bien. Cada vez jugaba mejor, y, he de reconocerlo, podría quitarle el puesto a algún titular en el próximo partido contra Ravenclaw.
Me fui a clase con los demás, pero como sino hubiera ido, porque mi mente vagaba por otros mundo.
Entre ellos se preguntaba, ¿habría hecho bien eligiendo? Se le veía a Fred muy mal y no quería hacerle daño, por eso mismo no le escogí a el, para no hacerle daño.
La otra era, si entre Scor y yo, tras todo lo sucedido ayer, habría algo más que amistad, porque yo, estaba enamorada de el y si para el habría sido una chica de usar y tirar eso me dejaría peor que yo he dejado a Fred.
Cada vez que pensaba en Fred, en mi mente, se veía más claro que su estado de hoy era debido a mi. Dejarlo tirado en la calle, con el frío, con el corazón roto y sólo en el callejón de la basura.
¡Sí es que no puedo conmigo misma! Que imbecil he sido, ¿cómo he podido hacerle esto al pobre Fred? Pues porque es mi familia y eso no puede ser.Durante la clase de vuelo fui al patio donde Scorpius y yo solíamos quedar. El ya me estaba esperando allí. Debíamos aclarar ciertas cosas.
- Te he echado de menos.- me dijo nada más verme y me estrujó entre sus brazos.
- Y yo a ti.- le dije devolviéndole el abrazo.- Pero, debemos hablar ciertas cosas.- dije mientras me sentaba en nuestro banco.
- Eso no suena nada bien. En los libros cuando una chica le dice eso a un chico es que lo va a dejar.
- No te voy a dejar, Scor.
- Menos mal, lo habría pasado fatal.- dijo dejando escapar un suspiro de alivio.- Entonces de qué quieres hablar.
- Sobre lo que somos.
- Ya, ese detalle. Yo creo que somos más que amigos, pero no querría adelantarme diciendo que somos novios.
- Estoy de acuerdo contigo. Pero, debemos ser, bueno, esto, en secreto.
- ¿En secreto? ¿Crees que sería capaz de aguantarme mi felicidad por estar contigo?
- No sé. Pero, ten en cuenta que nuestros padres se odian y el ambiente ya está calentito tras la paliza que te dió Dylan.
Y porque sí Fred nos ve juntos se hundirá más en la miseria, añadió mi mente, pero mi boca no lo tradujo.
- Bueno, si con eso no te pierdo, todo lo demás me da igual.- dijo mientras me abrazaba.- Además los amigos se abrazan.- me dijo susurrándome en el odio.
Terminamos de pasar la hora hablando de las anécdotas del día de ayer. Pero mi mente no volvió a estar activa hasta el entrenamiento. Las clases no me fueron útiles, porque todo lo que entraba por un odio salía por el otro sin que mi mente lo procesara.
Menos mal que mi mente, tratándose de Quiddich, se activaba casi automáticamente.Entrenamos duro para el partido contra Ravenclaw. Parecían que no se moverían por ser los intelectuales, pero, en verdad, es todo lo contrario. Al tener unas mentes muy adelantadas, si se me permite denominarlas así, hacían unas jugadas muy enmarañadas y enrredosas que confundían a los jugadores, por lo que teníamos que entrenar mucho más fuerte.
Tras un largo entrenamiento, Scor vino a hablar conmigo.
- Scor, dijimos que haríamos esto en secreto.
- Podría haberte ido a buscar a tu torre o hacer que mi padre te llamara a su despacho. Esto es muy sutil, somos amigos y vengo a hablar contigo.
- De acuerdo.- dije soltando un suspiro, estaba ya cansada.- ¿Que venías a decirme?
- Que, realmente, no sabemos nada el uno del otro. ¿Qué te parece si, nos enviamos cartas diciendo cosas nuestras, es decir, cosas que son muy personales, pero que el otro debe saber? Es una forma muy sutil, no llama la atención, nadie sabrá que soy soy. Firmaré las cartas con un pseudónimo distinto cada vez, y sólo te las haré llegar los sábados.
- Es una buena idea, pero promete que volverás a las clases con tu padre.
- ¿En serio?- dijo protestando como un niño pequeño cuando quiere que su madre le compré algo.
- Totalmente en serio.
- De acuerdo. Pero lo haré porque te quiero.- dijo y me dio un beso en la mejilla.
Tan inesperadamente como vino, se fue.
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Conociendo Hogwarts
FanfictionEmma es una persona normal. Bueno, normal en el sentido muggle de la palabra. Ella es hija mestiza, su padre es muggle y su madre bruja. Cuando Emma cumple 11 años llega una carta a su casa, pero no una carta cualquiera, no, es una aceptación en el...