Capitulo 23. Noche Buena

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Por la mañana temprano me desperté debido al ruido que había.

Bajé sin asear, con el pijama y hasta sin zapatillas. Cuando llegué al final de la escalera me desperecé y rasqué la cabeza con aturdimiento.

- ¿Por qué tanto ruido?- dije con a penas voz al aire, porque tenía los ojos achinados y llorosos y no sabía quién se encontraba delante mía.

- Estamos sacando las maletas del coche y viendo cómo nos vamos a distribuir, querida.- me contestó una mujer, supongo que sería mi tía. La madre de Lena.

Me froté los ojos con los puños y se me aclaró la vista. Delante mía había una mujer de unos cuarenta años. Con el pelo rubio platino, o muchas canas, no sé deciros exactamente cómo; llevaba una túnica purpura de bruja, con estrellas doradas bordadas en ella. Qué horterada.

Le dí las gracias y me fui a la cocina todavía sin saber qué pasaba exactamente a mi alrededor.

En la cocina localicé a uno de los elfos domésticos de la familia, el cuál, me ofreció un plato del desayuno. Este contenía huevos revueltos y bacon.

Me senté en el enorme comedor yo sola. Comencé a comer, todavía intentando despertar a mi mente.
Se despertó ya cuando había acabado mi desayuno. Es cierto que con el estomago vacio no reacciono.

Entre todo el jaleo, subí a mi habitación y me vestí. Fui al baño y me lavé los dientes y me peiné.

Ahora, ahora si que si, era persona.
Bajé corriendo al ver a Lena, ya se que estábamos en  el mismo colegio, pero no la veía casi nunca.

Nos dimos un abrazo muy emotivo. Subimos sus maletas a la habitación contigua a la mia. Me estuvo contando el drama de lo de Donald. Cosa que ya sabía, mientras sacaba sus cosas.

Bajamos a ayudar a Lucius. A él, lo veia cada dia más apagado. Me daba pena no caerle bien, no hablar con él. Se le veía muy solitario.

Aun asi, me dio dos besos y se subio a su habitación a leer, ausentandose diciendo que estaba cansado el viaje.
Lena y yo estuvimos jugando s las cartas toda la mañana, hasta casi la hora de comer que oímos revuelo en la calle.

Mi tio, el padre de Chase y Donald, les estaba chillando tras haberse aparecido con los baules frente a la casa. Mi tia. Se limitaba a asentir dandole la razon a mi tio. Y no se por qué causa, le vi mucho parecido a mi abuela, seco, muy estricto. Mi tia creo que asentía por miedo.

La madre de Lena se parece mucho al abuelo. Simpática, agradable y graciosa. Pero no tenía ese aspecto simpático.

Entraron mis primos cabizbajos y fui corriendo a saludarles, y por fin sonrieron.

Chase, anda que no había cambiado nada nuestra relación desde aquel día en la cocina. Ahora le tenía bastante aprecio.

Donald, oh, Donald, el niño perfecto, prefecto de Slytherin, el amor platónico de todas. ¿Por qué alguien tan mayor si puedes tener a quien quieras?

Ya acabadas todas las presentaciones/saludos se retiraron cada uno a su habitación, incluida Lena, estaría cansada.

Entonces me di cuenta que estaba en la misma habitación que Cara, yo no hablaba, ella tampoco, y yo ni si quiera la miraba. Me daba asco, si, me daba asco mi hermana, si, es posible.

Fue un momento incómodo hasta que Logan, que ya tenía su pie cómo siempre, me llamó para jugar con él y Dyl al fútbol hasta que la comida estuviera lista.

Improvisamos una porteria con las sudaderas de ellos, sobre la nieve se veía bastante bien. Cómo no, en su papel de macho dominante, Logan me mandó a la portería, jugaríamos una Reina.

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