Capítulo 33. 12 años

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La claridad del sol me despertó, el sol que entraba por una de las ventanas me calentaba. A pesar de ser mi cumpleaños no me sentía más mayor, ni más nada.

Era el primer cumpleaños que pasaría sin mis padres, y eso, creas o no, te toca.

Echaría de menos esos días en los que mamá me desperate con un dulce beso en la frente deseandome un feliz día, y que ahora sería su niña mayor, esos desayunos de crêpes y chocolate caliente, esos paseos por la avenida principal buscando un regalo antojadizo de Logan de último momento. Todo eso se acabó, se esfumó, ya no pasaría jamás.

Sabía perfectamente que este año mi cumpleaños sería distinto, pero no tanto. Esperaba que no estuviera con mi familia por eso de estar interna en un colegio, pero no esperaba a tener otra familia, porque mis padres fueron asesinados y mis abuelos secuestrados.

Aún así, decidí que hoy iba a ser un gran día. Hoy era mi día, e iba a disfrutar.

Me levanté y me puse la ropa que me habían regalado por Navidad. Me quedaba bien y todo, a pesar de los trastornos de sueño no había dejado de crecer. Sino ya habría sido la gota que colma el vaso.

Bajé y mientras iba bajando vi a mis tres niños sentados en nuestro sofá, de espaldas a mi. No se trabajaban nada las sorpresas, y yo que me jugué la vida por el cumple de Dyl...

Bajé y le di un abrazo por detrás a Dyl.

- Ya vuelves a ser un enano.-le dije.

- Felicidades, pero aún así, sigo siendo más alto.

- Cállate.-dije fingiendo pegarle y el que yo le di fuerte.

- Felicidades, Em.- me dijo Teo abrazandome.

- Gracias, Teo.- le dije yo.

- Felicidades, Emma.- me dijo George desde el sofá.- Me levantaría, y te daría un abrazo, pero eso significaría ir a la enfermería, y quiero ver la sorpresa de Teo.- reí al darme cuenta de que era cierto.

- Ya vas aprendiendo, campeón.- le dijo Dylan dándole palmaditas en el brazo- mis hermanas no se tocan.

Tragué saliva al recordar que George no estaba por mi, sino por Cara y Cara también es hermana de Dylan. Ella sería peor opción que yo, ella es la gemela de Dyl. Me sentí mal por él, sobre todo al ver su cara y ver lo que ocultaba, así que cambié de tema.

- Pregunta existencial.- dije mirando a Dylan.- ¿por qué si me abraza Teo no pasa nada, pero si lo hace George, le pegas?

- Porque...-se interrumpió arrastrando.- Es muy sencillo, Em. No sé cómo no lo ves.

-Eso no es una respuesta.- dije cruzando los brazos.

- Valeee, simplemente, George me dan mala espina, y Fred más. Son pelirrojos, y eso en la cultura cristiana significa el demonio, pues en la mía, igual.

- Ya ha quedado muy filosófico.-dijo Teo riendo. Era absurdo lo que estaba diciendo.

Quitándome de problemas en mi cabeza arrastré a los chicos a desayunar. Hoy desayuné tortitas con mucho chocolate. Hoy Nadie me hundiría, hoy no.

Busqué con la vista a Logan desde que bajamos, y nada más lo vi entrar por la puerta del gran comedor empecé a correr hacía él. Le di un abrazo, aunque más que eso amortiguo mi placaje.

- Felicidades hermano.-le dije todavía sin soltarle.

- Felicidades, enana.- me respondió él.

- Sigo siendo la mayor.- dije saltándole.

- Y a mi siguiente dándome igual, eres mi enana.

Continuamos juntos hasta la mesa cuando me advertí de la presencia de Fred.

Conociendo HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora