- ¿Por qué no te olvidas de él y ya?
- ¡Porque no puedo!
- ¿Cómo qué no puedes? ¡Si puedes! ¡Si ni siquiera lo conoces!
- No, no puedo, ya lo he intentado y no puedo, por ejemplo: hoy; hoy desperté decidido a olvidarlo.
- Aja, ¿Y qué pasó?
- Pues, se cortó el cabello, ¡¡¡Y se ve tan bello!!!