Bloqueo del escritor

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A la misma hora de siempre, cuando el escritor abrió su portátil para escribir, su mente se quedó en blanco. Y tras pasar horas y horas sentado frente a su ordenador, acariciando el teclado sin obtener algún resultado, se dio por vencido y se dijo para sí mismo: "Nop, nada."

Al día siguiente le sucedió lo mismo, y al siguiente, y al siguiente.

Preocupado, el escritor decidió salir para despejar su mente, fue al teatro y caminó por el parque; pero, a pesar de que vio muchas cosas que podrían inspirarlo, cuando regresó a casa y se sentó a escribir. "Nop, nada."

Al día siguiente, el escritor pasó todo el día pensando en algo sobre lo que escribir hasta que, finalmente, se le ocurrió la grandiosa idea de escribir sobre el bloqueo del escritor, sin embargo, cuando se sentó de nuevo frente a la máquina. "Nop, nada."

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