- ¡Oye! ¡¿Qué haces?! - replicó la rosa más bonita del parque cuando el egoísta se acerco para arrancarla.
- ¿No ves? - respondió el egoísta - te voy a arrancar para llevarte a mi casa.
- ¿Por qué? - preguntó la rosa - ¿No has notado que yo soy la rosa más bonita del parque? Si me arrancas y me llevas a tu casa, nadie más podrá deleitarse con mi belleza.
- Si, y es por eso que te voy a arrancar, para que seas toda mía y sólo yo pueda deleitarme con tu belleza sin tener que compartirte con nadie más.
Y así lo hizo; pero un par de días después, la rosa se marchitó y el egoísta fue de nuevo al parque a buscar la rosa más bonita para hacerla suya y solamente suya.