Cuando se quedó solo en el baño del gimnasio, se paró semidesnudo frente al espejo y le preguntó:
- Espejito, espejito, ¿quien es el más musculoso y bonito?
Y un segundo más tarde, el espejo le dió su respuesta, cuando la puerta del baño se abrió y le mostró el reflejo del entrenador, quien venía entrando al baño, apurado.