Dos muchachos con problemas de autoestimas estaban sentados en la misma mesa en la fiesta, uno, siempre tenía su teléfono en la mano y se tomaba selfies para publicarlas en internet para que todo el mundo viera lo bonito que él era; mientras que el otro, se escondía y se tapaba para no salir en ninguna foto porque él era muy feo para tomarse fotos.