—¿Si irás cierto?— me pregunta David por quinta vez en el día.
—¡Si, Dav! Iré ¿okay?— respondo y él me sonríe con una gran sonrisa, mostrando su perfecta dentadura y enchinando sus ojos. Río.
David me había invitado a su cena familiar, dijo que no quería estar sólo porque sus tías y primitas lo acosaban, sus tías de ser tan adorable y sus primas de ser tan lindo. Pequeñas perras.
También mencionó algo de un una tía lejana que se mudó desde Nueva York con su esposo, el cual heredará una gran compañía aquí en Holmes Chapel, siendo su segunda compañía. También mencionó que jamás los había conocido en su vida, pero que dice que su hermano le dijo que su tía es muy cool. Pobre señor, tener dos compañías en dos diferentes continentes ¡que horror!
—Ugh, me dan diabetes. Pequeños tórtolos— bufa Bárbara, le muestro mi dedo corazón y beso a David. Me gustaba estar con David, haber aceptado ser su novia es algo de lo que no me arrepiento, me divertía con él y a veces voy a verlo a sus partidos de basketball y es divertido, en realidad. Él me había dicho que me uniera al equipo de las animadoras, pero no pienso hacerlo. Estoy mejor lejos de ellas, no quiero ser superficial como Brittany o no lo sé.
Sólo Bárbara sabía de lo ocurrido con Harry, y no pensaba decírselo a nadie más, ni siquiera a Sam. Esa rubiecilla podía ser muy poco confiable a veces, y no pienso arriesgarme.
David me abraza por la cintura y sus amigos hablan de cualquier otro tema con Barbie y Sam, desde que David y yo comenzamos a salir los amigos de David y mis chicas aceptaron sentarse junto con nosotros.
—¡Claro que no!— chilla Sam.
—Claro que si, Sam. Tienes que aceptarlo, no sirve de nada negarlo.
—¡Justin Bieber no es gay Joe!— chilla. Yo comienzo a reír junto con los demás.
—Si lo es— dicen todos los chicos en unísono.
—Ugh, no los soporto— toma su cabeza entre sus manos. Todos comenzamos a reír— todos son unos idiotas— dice entre dientes.
El timbre sonó, dándonos a entender que ya era hora de salir, gracias a dios habíamos tenido la última clase libre, pero decidimos quedarnos todos juntos aquí hasta la salida.
David y yo nos despedimos de todos y subo a su auto, iría a su casa.
Él toma mi mano mientras maneja, es algo que desde la semana pasada hace. Tan cliché.
—¿Sabes?, te tengo una sorpresa.— dice y frunzo el ceño, ¿sorpresa?
—¿Qué sorpresa?— pregunto.
—Después sabrás, pero ahora: ¿prefieres subway o pizza hut?— me pregunta, a lo que respondo la segunda opción.
David maneja hasta llegar a una pizza hut, nos bajamos y duramos dentro treinta minutos, David paga y subimos al auto con la pizza en la mano. En el camino comenzamos a comerla, yo me comí tres trozos y David lo demás.
—Comelón— le digo, él se encoge en hombros y me voltea a ver con un puchero en los labios, sonrío. Volteo hacia adelante y veo el nuevo gran mall de la ciudad.
—David, ¿qué hacemos aquí?— pregunto mientras bajo del auto, este mall está a una hora de mi casa, y son las tres de la tarde, la cena es a las nueve, ni siquiera se que me pondré.
—Tu sorpresa, bebé—responde.
—¿Venir a visitar el nuevo mall?— pregunto incrédula.
—No— canturrea— venir a visitar el nuevo mall, y comprarte un vestido y unos tacones para la cena de esta noche— me dice y me toma de la cintura, planta un beso tierno en mis labios y uno en mi nariz.
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dulce tentación» h.s [mature] EDITANDO
FanfictionA él le gustaban los juegos, y a mi jugarlos. A él le gustaba jugar conmigo, pero se enojaba cuando jugaba con otros chicos. A él le gustaba mi uniforme, a mi su traje. Él tenía 28, yo 16. Él era mi papi, yo su princesa. Él era mi más grande deseo...