Oh Dios mío. ¿Mila estuvo en Chicago todo este tiempo? Estoy apunto de escribir que si, cuando siento que alguien toma mi teléfono.
-Gracias, man. Lo necesitaba- exclama un jodido idiota que corre con mi teléfono. Comienzo a correr detrás de él, pero cuando capto lo inútil que es hacerlo, paro. Entonces vuelvo a caminar directo a mi auto.
Siento unas manos sobre mis hombros, volteo y la chica con el antifaz me mira directamente. Niego.
-Yo ya te he-
Entonces sus labios se pegan con los míos. Su beso era exquisito, sus labios regordetes sobre los míos y su lengua invadiendo mi cavidad bucal.
-Tu esposa no está aquí- susurra sobre mis labios. No puedo ser tan débil. Es imposible. Yo no puedo hacer esto- será nuestro secreto- susurra y yo tenso mi mandíbula. No puedo hacer esto, no, no.
-Vale- susurro y veo como ella sonríe- sólo si te quitas el antifaz- murmuro y veo como su sonrisa se borra, entonces niega. Me encojo en hombros, ella suspira y pasa sus manos hacia su nuca. Entonces comienza a deshacerse del antifaz.
-¿Feliz?- pregunta y yo frunzo el ceño. Su rostro es precioso, ella es tierna y sexy a la vez. Si no fuese porque su cabellera es rubia, juraría que era Mila- soy Clary, tengo dieciséis- me saluda y yo asiento- ¿follaremos o no?- pregunta y yo trago saliva.
¿Qué tengo con las chicas pequeñas?
-Puedo hacerte muy feliz esta noche- susurra contra mi oído y acaricia mi miembro por encima de mis pantalones, jadeo- puedes llevarme al hotel más barato de esta ciudad si quieres- ronronea y yo niego. La tomo bruscamente de la cintura y comienzo a besarla. Estoy horriblemente necesitado. Ella sonríe entre el beso y yo bajo a su cuello.
-Eres una jodida puta... Me gusta- gruño y escucho como ella ríe levemente.
-Pues bien papi, creo que tendrás que azotarme muy duro, porque esta pequeña puta se ha portado muy mal- ella me reta y yo maldigo por lo bajo. Me separo de ella y tomo su mano, comienzo a llevarla hasta unas habitaciones y ella sede. En cuanto entramos. Cierro con llave y puedo ver como su vestido ya no estaba presente. Trago saliva al ver su pequeño y delgado cuerpo frente a mi. Suspiro y me deshago de mi saco.
Estoy haciendo mal, esto es horrible, no puedo hacerlo.
-Yo-
-¿Papi quiere una mamada?- pregunta agudamente y yo trago saliva. Me dio justo en el blanco, mierda. Dudo por unos momentos pero asiento. ¿Por qué soy tan débil? Clary comienza a bajar mis pantalones y acaricia mi miembro encima de mis bóxers- ¿qué tenemos aquí? Un gran paquete- ríe y entonces baja mis bóxers, suspiro. Entonces siento su lengua lamer mi glande, oh Dios. Veo como escupe en sus manos y comienza a hacerme una paja- ¿te gusta, papi?- pregunta y yo asiento.
Esta mamada y me voy, lo prometo.
Entonces Clary introduce todo mi miembro en su boca. Bueno, ahí se acaba mucho del encanto. A mi me gusta ver como Mila sufre tratando de meter más de la Mitad de mi pene a su cavidad bucal. Esta es una verdadera pequeña puta. Entonces ella me embiste con su boca y yo suspiro. Y todo sigue igual, ella sólo me embiste con su boca y me hace paja con su mano. No hay fuego como cuando Mila lo hace, no me siento completamente excitado. Sabía que sólo eran mis hormonas. Mila es la única que en realidad las pone vueltas loca. En cuanto siento mi cuerpo tensarse puedo sentir como Clary también acaricia mis testículos. Entonces llego a mi clímax, llenando su boca de mi semen.
-¿Te gusto, papi?
Ya no tiene tanto efecto en mi. Wow, quien diría que una mamada define tantas cosas.
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dulce tentación» h.s [mature] EDITANDO
FanfictionA él le gustaban los juegos, y a mi jugarlos. A él le gustaba jugar conmigo, pero se enojaba cuando jugaba con otros chicos. A él le gustaba mi uniforme, a mi su traje. Él tenía 28, yo 16. Él era mi papi, yo su princesa. Él era mi más grande deseo...