Harry.
-Necesito aire fresco- escucho como Mila exhala y comienza a caminar hasta la salida. Dios, no le había gustado. ¡Sabía que tenía que llamarle a Twenty One Pilots, mierda!
-¿Qué pasa con ella?- pregunta Rihanna, suspiro y siento una pequeña parte de mi corazón romperse.
-Uh, estaba nerviosa y salió por aire fresco- susurro y ella asiente.
-¡Entonces ve por ella, hombre!- exclama Drake, frunzo en ceño y asiento. Abrazo y agradezco a ambos antes de comenzar a caminar hasta la salida.
-¡Eres genial, Harry!- James interrumpe mi caminata con un abrazo- digo, no a todos tus trabajadores les regalas una fiesta y un show privado de sus artistas favoritos- ríe y me abraza más fuerte. Asiento.
-Uhm, si, denada. Tengo que irme- comento y lo separo de mí, vuelvo a seguir caminando. En cuanto llego a la salida lo vuelvo a pensar ¿debería...? Tomo un aire de valor y salgo, pero sólo logro ver un poco de luz. Entonces alguien me toma de mi brazo y me estampa contra la pared.
-¿Es qué no te cansas de hacernos la vida imposible?- exclama George en mi rostro, trato de apartarlo pero, Dios, este día estaba tan difícil- llevo dos maravillosos años desde que ella me eligió a mí para ser su compañero de vida ¡no a ti!- exclama y golpea mi estómago- llevo dos años yendo con un jodido psicólogo para que Mila pueda superar lo que ustedes le hicieron y tu sólo llegas como si nada para enfermarla de nuevo- grita, entonces yo le doy un golpe en el estómago.
-¿Yo enfermarla? ¡Por Dios! No fui yo quien se acostó con su padre- grito y él bufa- ella fue quien me jodió a mi, no yo a ella.
-Eres un jodido mal agradecido. Ella te ha salvado tu puta vida y tu simplemente la culpas- gruñe, frunzo el ceño.
-¿Salvarme la vida?
-Por tu culpa no podré ni tocarla, porque cuando te ve es como si se volviera loca: se desmaya fácilmente, se le va el aire, vomita, comienza a gritar groserías en todos los diez putos idiomas que sabe- exclama y siento tantas ganas de romperle su puta cara.
-Sólo sabe cinco- murmuro con una sonrisa.
-En dos años te pierdes de mucho ¿no?- pregunta y borro mi sonrisa- te lo explicaré, Harry. ¿Conoces a David, no?- pregunta y yo no me inmuto- bueno, David, quien antes era nuestra competencia. Ella lo odia como no tienes una idea. Me ha dicho que quiere que muera, que se queme, que se ahogue ¿y qué ha hecho él? Nada. A comparación de ustedes que le han jodido la vida, imagina como los odia- comenta con una sonrisa. Frunzo el ceño.
-¿Ustedes?
-Como sea, sólo te quiero avisar que me iré con ella lejos, y ni tu ni nadie lo podrá impedir. Me casaré con ella, tendré cientos de hijos y viviremos jodidamente felices- murmura y entonces exploto. Lo empujo logrando que cayera y comienzo a golpearlo como jamás había golpeado a nadie. Siento como mi furia cae sobre él, toda sobre él. Él no intenta defenderse, al contrario, ríe. Jodido masoquista.
-¡George!- escucho la voz de Mila exclamar, pero mis movimientos eran imparables- ¡Dios mío, suéltalo!-chilla y comienza a acercarse más- ¿H-Harry?- yo no respondo- ¡Harry, déjalo en paz!- grita y yo no me inmuto, ella trata de acercarse pero la empujo levemente. Ella comienza a sollozar, ¿la he lastimado? Comienzo a golpear el rostro de George, por su jodida culpa la lastime- papi, por favor- escucho como ella murmura y siento mi corazón acelerarse. Ella me había llamado papi, después de todos estos años. Paro mis movimiento y la volteo a ver. Ella se encontraba parada frente a mi, podía ver su piel exquisita en sus delgadas y hermosas piernas. Podía notar como su piel y curvas resaltaban con ese precioso vestido rojo que se adhería a su piel. Me coloco de pie y ella me miraba con los ojos cristalizados. Me acerco a ella y la abrazo, ella me devuelve la muestra de afecto y me permito inhalar el delicioso perfume que utilizaba.
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dulce tentación» h.s [mature] EDITANDO
FanfictionA él le gustaban los juegos, y a mi jugarlos. A él le gustaba jugar conmigo, pero se enojaba cuando jugaba con otros chicos. A él le gustaba mi uniforme, a mi su traje. Él tenía 28, yo 16. Él era mi papi, yo su princesa. Él era mi más grande deseo...