"it's all my fault"

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Dos semanas.

Dos puta semanas estando con Mila y ni siquiera he podido verla dormir sin sentirme jodidamente caliente. Me he masturbado más veces de lo que lo he hecho en toda mi vida. Me estoy volviendo loco.

Fuimos tres días a aquella playa y ella estaba como una puta virgen. Caliente por cualquier cosa. Creo que fueron las peores vacaciones de la vida. Sólo gritos y llantos.

Este es mi horario: me levanto a las nueve de la mañana, para prepararle el desayuno a Mila. Le coloco la pastilla molida entre la comida o el jugo y comienzo a cambiarme. Me hago una paja, le dejo una nota diciendo que la comida esta en el microondas y salgo de la habitación, para no tener que verla y tenerme que hacer otra paja. Hago tres horas de ejercicio en el gimnasio del hotel para quitarme los pensamientos obscenos y salgo una hora a caminar. Vuelvo y Mila esta mirando una película, peleamos porque yo "no quiero" tener sexo con ella, me baño, me hago otra paja -a veces- me vuelvo a cambiar. Ella se va, yo me voy y volvemos en la noche para no hablar y dormir separados. Ella se despierta con pesadillas y no me deja ayudarla. Me levanto a las tres de la mañana a hacerme una paja por lo excitado que estaba de verla enojada y vuelvo a dormir.

¿Genial, no? Este jodido tratamiento está arruinando nuestra relación y mi polla.

-Hoy no fuiste al gimnasio- murmura Mila picando su comida, niego.

-Quiero hablar contigo- susurro y ella sigue mirando su comida- lo siento, ¿si?- pido y ella me ignora- te amo. Y jamás pensé que la abstinencia pudiera destrozar nuestra relación- ella frunce el ceño.

-¿Abstinencia?- pregunta y yo asiento.

-No puedo tener relaciones contigo hasta que nos casemos- miento y ella solloza- pero, hey, lo hago porque dicen que así hay más probabilidad de un embarazo- miento de nuevo tomando sus manos y ella me mira directamente con sus ojos cristalinos- ya sabes, acumulas todo por un tiempo y cuando follas ¡boom! Una explosión de esperma por todo tu óvulo y hola, hola bebé.

-Eso es pura mierda- gruñe rodando los ojos, coloca su codo en la mesa y levanta el brazo. Deja caer su cabeza en su mano y hace un puchero, suspiro.

-¿Qué te parece si planeamos nuestra boda?- pregunto en un susurro acariciando su rodilla y ella solloza.

-Harry, ¿de verdad me amas?- pregunta en un sollozo, arrugo mi nariz. ¿En serio lo está dudando?

-Por supuesto que sí amor, me estoy aguantando las inmensas ganas que tengo de follarte para poderte dar una familia. Y joder que es difícil- bromeo y ella ríe por lo bajo

-No lo sé, creo que necesito ver a un psicólogo- murmura y yo siento mi corazón parar por un segundo- ¿recuerdas que tengo pesadillas?- asiento- creo que debería decírselas a alguien.

-Puedes decírmelas a mi- susurro y ella niega.

-Necesito a alguien profesional, Harry. Creo que hice algo malo- murmura y mi corazón se acelera. Me va a dar un jodido infarto.

-Y-yo-

-Olvídalo, es ridículo. Estoy bien- murmura y yo bajo mi mirada- aparte, si no le puedo contar algo a mi prometido ¿por qué debería decírselo a un desconocido, no?- acaricio mis muslos nervioso y suspiro.

-Te haré una cita con algún psicólogo si eso quieres- murmuro y ella me mira confundida- te apoyo en todo lo que sea, lo sabes. Si quieres decirle tus pensamientos a otra persona está bien por mi- sonrío de lado y ella sonríe.

-Gracias, Harry-exclama y me abraza, la tomo entre mis brazos por unos minutos e inhalo el delicioso aroma de su cabello- ¿y qué decías sobre planear nuestra boda?- pregunta interesada, río.

dulce tentación» h.s [mature] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora