Sunbae and I || SUGA || 3ra Temp

.010.

— ¿Qué? — su respiración roza mis ojos cerrados y lo siento como un golpe en la boca del estómago. Abro los ojos y la imagen que tengo frente a mi es peor de lo que imaginaba. El dolor que se refleja en su mirada, me hace querer retirar lo que acabo de decir.

— No lo dices en serio, ¿verdad? — su voz flaquea cuando me pregunta y percibo temor en ella.

— ¿Qué acaso no te das cuenta de lo que sucede? — llevo mis manos a los suyas y las aparto de mi rostro lentamente, tratando de ignorar el hecho de que sus ojos se llenan de lágrimas.

Respiro hondo varias veces para tragarme el dolor que se me forma en la garganta. No sé si lo hace adrede o que, pero actúa como si lo que dijo anoche nunca lo hubiera dicho y eso no me está ayudando para nada; me hace sentir que soy una basura por causarle dolor pero luego recuerdo lo que sus palabras me hicieron sentir.

— ¿Crees que con un simple perdón me olvidaré de lo que me dijiste, sunbae? — ladeo la cabeza de costado y mis lágrimas cambian de rumbo. Me gustaría creer que fuese así de fácil, pero por más que quiera, no puedo hacerlo.

— Ya te dije que no pensaba lo que decía en ese momento, que no era yo quien hablaba — apoya sus manos sobre las vendas que cubren mis rodillas con delicadeza. Miro a un costado para disimular mis lágrimas cuando recuerdo algo que mi tía, la madre de Heeni, solía decir siempre que éramos pequeñas,

Los únicos momentos en que las personas son completamente sinceras son cuando se emborrachan y cuando se enojan.

Y si que parecía enojado anoche. Nunca antes lo había visto así. 

— Mirame, por favor — me dice al mismo tiempo que me toma el rostro y me voltea hacia él. — Perdóname — su mirada, acompañada por un suave movimiento de sus pulgares en mis mejillas, debilitan mi fuerza de voluntad pero no lo suficiente.

— Creo que es lo mejor — digo con voz entrecortada. No es lo que quiero, de eso estoy segura, pero es lo mejor para ambos.

— No puedo estar sin ti, por favor no me hagas esto — sus ojos se ponen brillosos y lo odio por hacerme sentir que la mala soy yo cuando él es quién desconfía de mi.

Para mi suerte, su celular suena y puedo escuchar a Jin gritándole del otro lado del teléfono.

— Ya voy, hyung — dice irritado y cuelga.

Dejo mi vista en el suelo pero siento su mirada sobre mi, aplástandome más y más, haciendo que el lugar se vuelva más pequeño con cada segundo que pasa. Está muy estresado, preocupado y cansado por los preparativos del concierto y esta desconfianza  y celos que siente, no suma nada bueno. No sé a qué se debe que repentinamente dude tanto de mi amor por él pero lo está consumiendo por dentro, lo está haciendo imaginarse cosas que no son y que lo lastiman. Y que me lastiman a mi también. Por eso hago esto más por él que por mi.

Con ojos cargados de lágrimas, se incorpora y antes de irse, voltea hacia mi.

— Más tarde hablaremos — me dice con un tono cansado y triste antes de cerrar la puerta.

El resto del día, entre ensayos y grabaciones, trato de mantener a Yoongi fuera de mi mente, aunque sólo logro hacerlo durante escasos minutos. Sun Gi, Hwang, Rose e incluso Heeni no dejan de regañarme por haberme lastimado y tienen razón; debo ser más consciente y cuidar de mi salud. Apenas puedo sostener el micrófono y de doblar las rodillas, ni hablar pero me la aguanto. Tengo que, por distraída.