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El ensayo se está extendiendo más tiempo del que creí. Finalmente alrededor de las 2 AM, nos liberan y podemos volver a los dormitorios. Recorro el lugar con la mirada buscando a Yoongi y lo veo en un rincón hablando con Hwang. Ella, con una expresión preocupada le dice algo y él asiente repetidas veces con toda la seriedad del mundo plasmada en su rostro. Hwang voltea hacia donde estoy y al verme, sonríe y se aproxima.

— ¿Tienen sus cosas? No se olviden nada — nos dice a las tres antes de tomar sus pertenencias.

— Unnie, ¿qué hablabas con Yoongi? — pregunto curiosa mientras camino detrás de ella.

— Nada importante, cosas sobre el concierto — contesta sin mirarme y continúa el camino hasta nuestra van. 

Me está mintiendo, es obvio. ¿De qué podrían hablar sobre el concierto si ni siquiera comparten un stage juntos?

— No me mientas, ¿hablaban de mi? — le pregunto una vez que subimos a la van. Por el tiempo que tarda en contestarme, es un sí.

— Hablaban de mi. Bueno, del contrato de mi mixtape... ¿o me equivoco? — le pregunto sólo para saber si va a seguir mintiendo o si va a ser honesta conmigo.

— Faltan cinco, casi cuatro días para que viajes a Estados Unidos y aún no armas tu equipaje.

Le lanzo una mirada asesina a Heeni a través del espejo retrovisor y pretende estar dormida pero sé muy bien que está escuchando lo que Hwang y yo hablamos. Suspiro profundo, me cruzo de brazos y apoyo la cabeza en la ventanilla. Estoy cansada que todos traten de meterse en mi vida y tomar las decisiones por mi.

— No estarás abandonando a Yoongi y es sólo un año, no es permanente — continúa y pretendo no oírla. Si insiste, le contestaré de mala gana y no quiero pelearme con ella.

G:Fire tiene gran éxito así como estamos, me siento a gusto con mi carrera como está ahora y puede que Yoongi y Hwang se equivoquen: tal vez la posibilidad de tener mi propia mixtape no sea una en un millón,  ¿Quién dice que el día de mañana pueda producirla yo misma?

Hasta hace unas horas estaba anticipando pasar tiempo a solas con Yoongi pero ahora creo que será mejor que esté lo suficientemente agotado como para querer venir a mi habitación. Y si lo hace, puedo dar por sentado que será una noche larga con mínimas probabilidades de que termine sin una pelea.

No pretendía dormirme en el camino a los dormitorios pero el cansancio se apodera de mi después de unos minutos. Hwang palmea mi hombro y me despierta cuando llegamos a la puerta del edificio de Big Hit. 

— Por favor, piénsalo — me dice Hwang cuando estoy a punto de entrar en mi habitación.

— Buenas noches, unnie — le respondo con una sonrisa débil y entro.

Arrojo mis cosas sobre el escritorio con cuidado de no golpear mi laptop, toma un poco de ropa y me dirijo al baño a darme una ducha tibia. Mientras me debato entre cuál de mis dos sueños debo seguir, la mixtape o Yoongi, escucho el click de la cerradura de la puerta de mi habitación cuando se cierra. 

— ¿__T/N__? 

— En el baño. Ya salgo — contesto. Me tomo unos minutos más bajo la ducha, retrasando la inevitable conversación que va a terminar mal que me espera. Si pudiera evitar salir, lo haría pero debo hacerlo.

Cuando vuelvo a mi habitación, encuentro a Yoongi sentado sobre la cama. Lleva puesta ropa holgada, una remera blanca y pantalones gris a la rodilla y el cabello húmedo. Su cara lavada refleja la falta de sueño que está sufriendo estos días, al igual que todos nosotros. Esa picardía y deseo que transmitía su mirada anteriormente durante el ensayo ha desaparecido por completo, desgraciadamente.

Paso por su lado y revuelvo mi cabello con una toalla, al mismo tiempo cubriéndome el rostro para no tener que verlo. Cuando me giro en su dirección, veo sus pies casi tocando los míos y me quita la toalla deslizándola lentamente a un costado. Luego lleva su mano a mi mentón y me obliga a verlo a los ojos.

— Ahorráte todo lo que tienes pensado decir — me adelanto a hablar primero y él sólo me mira curioso.

— ¿Y qué tengo pensado decir? — me pregunta enarcando una ceja.

— Estoy harta de que todo el mundo se tome la libertad de decidir por mi sin siquiera preguntarme qué es lo quiero. Hwang y tú no han hecho otra cosa que, prácticamente, obligarme a firmar el contrato con Dean Brown...

— Haz lo que quieras — me interrumpe de repente. Aleja su mano de mi rostro y el tono frío con el que habló me recuerda a las primeras veces que hablamos cuando estábamos en Los Ángeles.

No sé qué decir a continuación porque, la verdad, esperaba que me dijera que lo debo hacer, que es una oportunidad que no debo desperdiciar o algo parecido.

— No importa qué diga Hwang o yo, el CEO o el mísmisimo Brown, al final y al cabo la decisión la tomas tú. Eres adulta y nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres — dice sin mostrar emoción alguna.

Estaba preparada para batallar contra él pero su reacción me está confundiendo demasiado.

— Pero es que si quiero — pienso en voz alta. Si quiero tener mi mixtape...

— ¡Entonces dejá de darle tantas vueltas al asunto! — dice elevando su tono irritado. — Si me lo hubiesen ofrecido a mi, no hubiese dudado ni un segundo en firmarlo.

Siento una opresión en el pecho en el momento que analizo sus palabras.

— ¿Aún sabiendo que estaríamos separados durante un año? — pregunto con cierto temor porque no sé si quiero saber la respuesta.

— Sí — responde con dureza. Entonces, ¿no le importa no tenerme cerca de él durante tanto tiempo?

— ¿Quieres saber por qué? — pregunta acortando la distancia entre ambos.

La verdad es que no quiero saber. Ayer por la mañana estábamos hablando sobre tener niños y, ¿ahora me dice que no le molesta estar lejos de mi?

En mis ojos se van acumulando lágrimas que me esfuerzo por no dejar salir. Esta vez, coloca su palma entera en mi mejilla y me hace verlo a sus ojos otra vez.

— Porque sé que querrías que hiciera realidad mi sueño. Harías lo que fuera para que no perdiera la oportunidad que me dan, incluso si te doliera que estemos tan lejos y yo me dejaría convencer por ti porque sé... — lleva su otra mano a mi otra mejilla y con su mirada profunda parece estar leyéndome el pensamiento. — ... que estarías esperándome aquí cuando volviera.

En cuestión de segundos, me imagino la situación que me plantea y, todo lo que acaba de decir, es exactamente lo que yo haría. Aunque odiara que un océano nos separara, me odiaría más a mi misma por no haber hecho todo lo que podía para hacer que hiciera su sueño realidad.

— Sé lo importante que es esto para ti y es por eso que quiero que vayas — sus pulgares empiezan a dibujar circulos en mis mejillas y ya no puedo contener las lágrimas. Yoongi se inclina sobre mi, cierro los ojos y nuestras frentes se juntan al mismo tiempo que su aliento tibio roza mis labios.

— Contaré cada minuto hasta que pueda volver a tenerte en mis brazos y a besarte hasta quedarme sin aliento. Estaré esperando a que vuelvas con una ansiedad que me será difícil de controlar por momentos pero lograré manejarla  — su voz es apenas un susurro y me cuesta diferenciar si estoy soñando o no.

— ¿Lo prometes? — pregunto con voz entrecortada.

La suave sensación de su respiración contra mi rostro es reemplazada por la dulzura característica de sus labios, como si recién hubiese terminado de comer algo dulce, cuando se unen con los míos. Es un beso que manda escalofríos a mi columna y hace que tense mis brazos alrededor de él mientras que sus manos acarician mis mejillas con una lentitud y precisión, como si quisiera recordar cada detalle de mi rostro.

— Lo prometo.

Rompe el beso unos segundos y luego vuelve a estrellar sus labios con los míos mientras que no encuentro manera alguna de hacer que mi llanto silencioso cese porque la sensación de que este beso es de despedida se instala en mi.

Sunbae and I || SUGA || 3ra TempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora