.016.

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Diez minutos después, aparece con el pelo mojado y usando unos pantalones de básquet negros y una remera blanca holgada. Por lo menos el olor a alcohol ya desapareció y el aroma suave del shampoo que siempre usa lo reemplaza. Vuelvo a entrar en la habitación y cierra la puerta detrás de mi.

Respiro hondo y me armo de toda la paciencia del mundo porque sé muy bien que lo que le voy a decir no le va a gustar en lo más mínimo pero, por ahora, voy a dejar que él empiece.

Enarco las cejas en señal de que empiece a hablar pero sólo me mira con un aire nervioso.

— ¿Por qué le has pegado tan salvajemente a Chan, sunbae? — le pregunto casi perdiendo la paciencia por su actitud de niño perdido. Él resopla molesto y desvía la mirada. 

— Sunbae — le repito con tono amenazador esta vez.

— Por lo mismo de siempre. Intenta acercarse a ti, quiere separarme de ti y no lo voy a permitir — contesta con cierto tono de irritación.

— O sea, por imaginaciones tuyas — digo más para mi misma que para él.

— No son imaginaciones mías, ¿cuándo vas a abrir los ojos y ver lo que realmente está intentando hacer? — se pasa la mano por el pelo y se muerde el labio inferior.

— Conozco a Chan mejor que tú y sé que clase de persona es — le espeto molesta y antes de que pueda decir algo más, le lanzo otra pregunta. — ¿Por qué te fuiste a beber con Haewon? —.

— Yo conozco cómo son los hombres y por ende, conozco a Chan mejor que tú — dice evadiendo mi última pregunta. — Intenta ponerte en mi contra y así separarnos —.

— Sí, seguro. Va a dejar pegarse por ti para separarnos — digo con sarcasmo y eso parece sacarlo de sus casillas.

— Eres tan ingenua que es desesperante. Tienes todas las señales delante de tus narices pero no las ves  — respira hondo y deja salir el aire de su pecho con un sonido bastante fuerte. Al ver que sigue insistiendo con el mismo tema por el cual estamos dándonos un tiempo, se me forma un nudo en la garganta y rezo porque permanezca así, sin lágrimas asomándose por mis ojos. 

—  Hasta ahora él único que nos está separando cada vez más eres tú, sunbae — el nudo en mi garganta me la cierra y siento que apenas puede pasar aire a través de ella. Clava sus ojos en los míos y decido dejarme en ridículo.

— Anoche cuando Namjoon me dijo que habías desaparecido y que no atendías tu teléfono, estaba tan preocupada y asustada de que te hubiese pasado algo que no paré de llorar desde que Namjoon y Chan salieron a buscarte  hasta que volviste lo más bien y contento con Haewon — esa malditas lágrimas estaban bien escondidas y elijen el mejor momento para hacerse presentes. 

— Cuando viniste al estudio y sólo te fijaste  en él, no parecías tan preocupada por mi — me contraataca.

— Estabas a punto de romperle la cara, ¿qué querías que hiciera? ¿verte cómo lo hacías? — la voz se me quiebra un poco. Y además, me diste miedo; esa oscuridad y furia en tus ojos, sunbae, me paralizó luego de que te empujé y que tu puño terminara en el espejo porque entonces supe que si yo no intervenía, podrías haberlo matado.

— Debiste haberme dejado hacerlo, a ver si así deja de andar detrás de ti— dice.

Es obvio que no voy a poder pedirle que se disculpe con Chan con este humor que tiene. Hoseok se quedó corto con decirme que estaba intratable hoy. 

— ¿CUÁNTAS MALDITAS VECES DEBO REPETIRTE QUE CHAN SÓLO ES UN AMIGO Y QUE TÚ ERES A QUIÉN AMO? — la que pierde los estribos ahora soy yo. Este testarudo de tez pálida y aspecto dulce, como su apodo, está acabando con la poca paciencia que me queda y con la poca fuerza que tengo también. Mi repentina subida de tono hace que cambie la expresión en su rostro y me mire sorprendido.

Sunbae and I || SUGA || 3ra TempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora