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Ya no me aguanto y les doy a mis lágrimas libre circulación para recorrer mi rostro y terminar donde quieran; en mis labios, en mi ropa o en el suelo.

— __t/n__, yo... — dice Yoongi con voz calmada por primera vez en lo que va de la noche. 

Doy media vuelta, rodeo la cama y tomo la campera y la remera suyas que estaban en el suelo hoy en la mañana. Me freno unos pasos antes de llegar a él y se las arrojo contra su pecho casi con la misma violencia con la que su puño golpeó a Chan. 

— Vete — le digo lo más claramente posible que me permite mi llanto.

— __t/n__, yo...  — vuelve a repetir y es la gota que rebalsa el vaso por hoy.

— ¡QUE TE VAYAS! ¿O NO LO ENTIENDES? — le grito y me enojo conmigo misma por no haberlo podido decir sin lágrimas y con voz firme. 

Yoongi se queda parado como una estatua, mirándome como si fuera una loca.

— ¿NO DIJISTE QUE, SEGÚN TÚ, TE ESTOY ENGAÑANDO CON CHAN? ¿POR QUÉ QUERRÍAS QUEDARTE CON UNA REGALADA COMO YO ENTONCES? — una sonrisa nerviosa y triste se abre camino hasta mis labios sin que las lágrimas se detengan.

No soporto verlo parado allí, viéndome como si fuese un espectáculo de circo, sin hacer otra cosa más que balbucear palabras sin sentido.

— ¡VETE, VETE, VETE! — le grito sin parar mientras golpeo su pecho. Cuando por fin consigo hacer que cruze la puerta, se la cierro en la cara de un golpe y me desplomo de rodillas en el suelo mientras sollozo sin parar. No sé si lo que produce este dolor lacerante es saber que Yoongi ya no confía en mi sin importar lo que yo haga o saber que Chan aún sigue a mi lado como amigo, a pesar de haber elegido a Yoongi.

Él golpea la puerta y me pide que abra pero no puedo. 

— ¡QUE TE VAYAS! — grito una vez más antes de cubrir mi rostro con ambas manos en un intento inútil de hacer que las lágrimas se detengan.

— Por favor, __t/n__, abre la puerta y hablemos — insiste.


No me escuchó cuando le dije que lo amaba a él y sólo a él, tampoco cuando le dije que Chan nunca será algo más que un amigo. ¿Por qué lo haría ahora y se iría? Siempre hace lo que quiere.

Quiero volver a gritarle que se vaya pero ya no me quedan fuerzas ni para eso.

— ¿__t/n__? — escucho la voz de Hwang y no reacciono hasta la segunda vez que menciona mi nombre, pensando que era mi imaginación.

Me levanto del suelo y cuando abro la puerta, Yoongi intenta entrar detrás de Hwang pero ésta se detiene en seco y lo mira. No sé con qué expresión lo hace pero hace que Yoongi retroceda en silencio. No pretendía mirarlo pero levanto la vista y cruzamos miradas por unos segundos, los suficientes para hacer que se me caiga el alma a los pies. No; más bajo todavía. Desvío la vista antes de que su mirada haga que cambie de opinión y le perdone todo lo que dijo. 

Después de pensar que mis lágrimas fueran infinitas, finalmente cesan lentamente como una lluvia torrencial se va apaciguando, transformándose en una llovizna fina hasta desaparecer. Me arden los ojos y las mejillas. Voy al baño a lavarme la cara y veo mi reflejo en el espejo; no luzco tan diferente a como creí que luciría después de haber estado llorando tanto: ojos rojos, mirada cansada, mejillas rosadas. 

Las palabras que dijo Yoongi vuelven a sonar en mi mente como si me las estuviera repitiendo él mismo otra vez y las lágrimas amenazan con volver a salir pero las contengo.

— ¿Segura que no quieres que me quede? — me dice Hwang preocupada cuando vuelvo a la habitación. 

Sólo le respondo con una sonrisa triste y parpadeando lentamente. Siento que si hablo, las malditas lágrimas volverán a brotar y no sé si podre hacer que se detengan. Mi respuesta no le da nada de seguridad a Hwang pero, luego de dudarlo unos segundos, se despide.

Sunbae and I || SUGA || 3ra TempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora