Sunbae and I || SUGA || 3ra Temp

.048.

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Permanezco en silencio luego de que Yoongi me toma entre sus brazos y me estrecha contra su cuerpo con fuerza. No sé qué otra cosa hacer, sinceramente. Nunca antes recibí la confesión de una chica y mucho menos de éste modo.

Debería estar furiosa con ella como lo está Yoongi; se robó las canciones e intentó culparlo a él para separarnos pero, por algún motivo que no termino de comprender, siento más compasión que enojo. Me siento culpable por el modo brusco en que Yoongi, sin intención, la obligó a confesarse y por no haber podido reaccionar de una manera más expresiva. Salió corriendo hecha un desastre, con los ojos rojos y el rostro cubierto de lágrimas, sin mencionar como le temblaban las manos cuando tomó la perilla para abrir la puerta.

Ahora creo entender un poco porque siempre está sola y se distancia de los demás. Me imagino lo difícil que debe ser para ella tratar de encajar en una sociedad que aún no acepta que el amor no tiene género, tener que esconder su verdadero yo y fingir ser lo que la mayoría impone. 

— ¿Estás bien? — me pregunta Yoongi al separarse de mi. Su rostro denota cierto aire preocupado y sus ojos, curiosidad.

— Sí — contesto con una sonrisa débil sin dejar de pensar en Haewon. 

Ya en la cama, espero a que Yoongi se duerma para enviarle un mensaje a Chan. No creo que sea bueno que esté sola en el estado en el que estaba y él es el único que ella conoce aquí. Permanezco despierta unos minutos con la vista puesta en mi celular, esperando por su respuesta pero lo máximo que llego a obtener son dos tildes azules de que leyó mi mensaje y eso me basta para estar un poco más tranquila. 

Cierro los ojos y cuando los veo abrir, reviso mi celular y me doy cuenta de que sólo pasaron diez minutos cuando creí haber estado así horas. La ansiedad por ver a Haewon por la mañana en los ensayos tiene mi mente trabajando a su mayor potencial. Sigo sin saber qué hacer: tengo ganas de abofetearla y decirle lo mucho que la odio pero esa maldita sensación de culpabilidad, injustificada porque no hay nada de lo que deba sentirme culpable, no me dejaría en paz luego. 

Finalmente, el cansancio del caótico día que tuve y de sólo pensar en lo complicados que serán los próximos cinco días hasta el concierto, me vencen y termino durmiéndome con mis brazos alrededor de Yoongi.

* * *

— Sunbae, en serio...debo-

El ácido de mi estómago que sube y baja por mi garganta desde que desperté hace un par de minutos, no me deja terminar la frase y debo golpear de verdad a Yoongi para que me suelte o terminaré vomitando encima de él. Cuando logro librarme de sus brazos, con pasos desbalanceados corro al baño y por un segundo me salvé de lanzar en el suelo.

Alejo la cabeza del inodoro y siento que mi rostro arde de lo caliente que está. Me llevo una mano a la frente y cierro los ojos un momento para ver si puedo ser capaz de controlar mi propio cuerpo.

— ¿Estás mejor? — me pregunta Yoongi agachándose a mi lado y masajeando mi espalda al mismo tiempo que acomoda mi cabello por detrás de mis hombros. Asiento pero vuelvo a sentir que algo sube por mi garganta y me inclino de nuevo sobre el inodoro.

— Deberías ver a un médico — dice él ayudándome a levantar una vez que las naúseas pasan.

— No es nada, debe ser algo que comí ayer — digo sin importancia pero, por dentro, espero que ésto no sea efecto de haber estado bajo la lluvia con él la otra noche. 

— Vamos a ver a un médico ahora mismo — dice con un tono más autoritario.

— Que no es nada, en serio. Ya me siento mucho mejor — digo pero él parece no querer desistir de su idea. Vuelve a la habitación y se cambia la ropa que usó para dormir por la que traía anoche mientras hace oídos sordos a mis quejas. No puedo ir al hospital ahora cuando en media hora tengo un ensayo y además, de verdad ya me siento mejor.

— Cámbiate de ropa — me ordena cuando termina de subirse los jeans.

— Que ya me siento mejor — repito un tanto irritada por su actitud.

— No es normal que te despiertes y tengas naúseas... — su voz se desvanece y se me queda viendo como si acabáse de recordar algo.

— Prometo ir al médico si me vuelvo a sentir así, ¿está bien? — me acerco a él y aprieto sus mejillas con mis manos pero sigue con la mirada perdida. — ¿Hola? — le paso una mano por delante de sus ojos y reacciona.

Lo duda unos segundos hasta responderme:

— Te llegas a sentir así de nuevo y no importa si estoy ensayando o no, me llamas y voy corriendo — me advierte muy serio apuntándome con su dedo índice.

— Sí, señor — respondo burlona.

— Hablo en serio — me repite con el mismo tono.

— Yo también — me pongo en puntitas de pie y le robo un beso que le quita ese malhumor que traía encima.

Una vez que terminamos de desayunar, Yoongi vuelve a decirme lo mismo que en la habitación y luego se va con su grupo para su ensayo y yo con mis unnies. Cuando llegamos a la puerta del estudio, caigo en la cuenta de que Haewon probablemente esté del otro lado de ésta y me paralizo en el lugar. ¿Debería actuar como si nada o debería hablar con ella? No, ahora no es el momento. Será mejor que actúe como si nada por el momento y luego hablaré con ella.

Apenas entro, lo primero que hago es buscarla y allí la veo, sentada en un rincón sin mucha iluminación, con Chan a su lado. En cuanto Haewon pone sus ojos un poco hinchados en mi, hago exactamente lo mismo que anoche y aparto la mirada porque sino tendré que decirle algo y todavía no sé qué. O más bien, sí sé qué decirle pero no sé de qué manera. No quiero sonar con una perra fría pero tampoco quiero que piense que puedo perdonarle tan fácilmente que intentara separarme de Yoongi.

El ensayo transcurre sin ningún incoveniente y trato lo mejor que puedo de evitar cruzar miradas con Haewon. Tomo cualquier pensamiento que no tenga que ver con el concierto y los guardo en una caja con llave en un rincón en mi mente por el momento.

A mitad de una canción, se me nubla la vista pero sacudo la cabeza un par de veces y se me pasa. Me convenzo a mi misma que era basurita en mi ojo pero cuando vuelvo a sentir que mi estómago está actuando raro otra vez, como cuando desperté, me empiezo a preocupar. El baño no está muy cerca de aquí y lo único que tengo a mano para vomitar es el cesto de basura. Respiro hondo un par de veces para contrarrestar las naúseas y funciona, pero sólo un par de minutos.

Me contengo hasta que la canción termina para salir corriendo e inclinarme sobre el cesto para dejar salir todo afuera. 

— Hey, ¿estás bien? — me pregunta Hwang frotando mi espalda. Luego escucho la misma pregunta de Rose, Heeni, Chan y por último, el coreógrafo.

— Sí, sólo es algo que comí que me cayó mal — contesto y luego de beber un poco de agua, regreso al ensayo con los demás a pesar de las sugerencias de Hwang de que debería descansar un poco más.

La música vuelve a sonar y retumbar en todos lados, dándome la sensación de que alguien está perforándome el cráneo con cada beat y el ambiente caluroso debido al sudor y la respiración de todos los que estamos presentes, es una combinación que me está costando horrores soportar. Un par de minutos después de haber reanudado el ensayo, sin importar cuánto me diga a mi misma que puedo con esto, mi cuerpo no piensa lo mismo y termino cayendo al suelo antes de perder la consciencia.