Sunbae and I || SUGA || 3ra Temp

.019.

Nunca me detuve a pensar en cómo se sentiría probar sus labios. El contacto con ellos es agradable; son suaves y sus movimientos son lentos y delicados pero... no es Yoongi. Sólo él es capaz de provocar que mi respiración desaparezca, que mi corazón se descontrole y hacer que se me erize el vello. 

Llevo una mano a su pecho y lo empujo levemente hasta crear una distancia considerable entre nuestros rostros otra vez. Me siento aún peor que antes de besarlo.

— Oppa... — Chan desliza su mano por mi mejilla y coloca su pulgar en mis labios para hacerme callar. 

— No lo digas — me dice con voz suplicante y una sonrisa tan llena de tristeza que sólo pudo haberla sacado de una novela.

— ¿Lista para dar una caminata y bajar la comida? — cambia por completo la expresión de su rostro, como si nada hubiese sucedido, se levanta de la banqueta y le paga a la señora por nuestra cena. 

No sé por qué lo hice. Nunca antes había visto tanta tristeza y dolor en él que sólo quería hacer que desaparecieran haciendo lo único que se me ocurrió en el momento. Sus dedos temblorosos, su mirada vidriosa y su voz cargada de dolor me hizo actuar sin pensar. Sus palabras, "me duele más saber que sufres por él que el saber que nunca tendré una oportunidad contigo", sentí ese dolor en cada una de ellas cuando las dijo. 

<< Oppa, perdón. No sé por qué lo hice. Amo a Yoongi >> son las palabras que tuve que dejar que se desvanecieran en la punta de mi lengua.

Durante la caminata, decido no hablar de lo que pasó. Él actúa tan normal, bromea y se ríe, que me da miedo que esa mirada triste vuelva a apoderarse de su rostro si saco el tema. Aunque ahora no haya rastro de ella, no significa que esté bien. 

Para cuando volvemos a los dormitorios, ya son pasadas las 11 PM. No quería volver pero no tengo otro lugar a dónde ir. Le devuelvo su abrigo y me despido de él.

— Mañana no te enojes conmigo si despiertas congestionado — digo bromeando mientras se aleja.

— Si eso pasa, va a ser completamente culpa tuya por no llevarte un abrigo — me responde en un tono serio y bromista al mismo tiempo.

Voy a la cocina por un vaso de agua y me pregunto si Namjoon aún estará en la sala de grabación. Ya me siento mucho mejor comparado a como estaba hace un par de horas y debería ayudarlo o se quedará despierto toda la madrugada, completando las canciones. Rezo en silencio no toparme con nadie en el camino desde la cocina al estudio y, por suerte, no lo hago. Abro la puerta y veo a Namjoon rascándose la nuca, con mil papeles delante suyo y pasando las hojas de mi cuaderno con una expresión de preocupación.

— ¿Cómo va? — pregunto y se sobresalta — ¿Necesitas ayuda con eso? — señalo con un leve movimiento de mi mentón la pila de papeles que tiene frente suyo y me siento a su lado.

Soy una irresponsable; esto es trabajo y nunca debería haberlo dejado solo con esto. Debo aprender a no mezclar lo personal con lo laboral. Alrededor de las 2 AM, a ambos se nos cae la cabeza sobre la mesa y Namjoon se va a buscar unos cafés para despertarnos. Debo admitir que sin Yoongi, esto parece tener más peso. Namjoon y él hablaban todo el tiempo que estábamos aquí, consultándose letras y melodías, combinando las ideas de cada uno para crear las canciones.

<<Sí pero por culpa de tu estúpido orgullo, él no puede estar aquí>> me recuerda mi conciencia. En ese momento, Namjoon vuelve con dos vasos de café y me olvido de responderle a mi conciencia. Seguimos trabajando en la letra y la melodía hasta casi presenciar el amanecer, cerca de las 6 AM, cuando por fin terminamos las dos últimas canciones que nos faltaban. No quiero imaginarme si lo dejaba trabajar solo.