.024.

4.3K 372 45
                                    

Qué incómodo. Haewon se aferra con fuerza a mi y no me atrevo a decirle que afloje un poco sus brazos aunque siento que me va a asfixiar. Hasta hace un segundo estaba riéndose de mi fingida actitud de borracha y ahora está llorando en mi hombro.

Decido permanecer inmóvil rodéandola con mis brazos sin ejercer presión sobre su cuerpo y le doy ligeradas palmadas en su espalda a modo de consuelo. No sé que fue lo que provocó que se derrumbara así, de un momento a otro y buscara en mi un poco de apoyo.

Ahora que lo pienso mejor, nunca la he visto relacionarse con los demás bailarines, salvo Chan; sólo conversa con ellos durante los ensayos pero fuera de éstos, siempre la escuentro sola. De repente siento curiosidad. Me parece una buena persona, no entiendo por qué está tan sola. 

Después de unos minutos, ella sola se despega de mi y refriega sus ojos con fuerzas con una sonrisa nerviosa.

— Perdón, no quise... — se interrumpe con una risita torpe y se levanta de la cama. Me quedo en silencio y la miro sin saber qué decir. Recuerdo esas dos veces que ella me encontró llorando y no le tomó ni diez segundos tomar acción y cambiar mi humor casi 360° y me apena no poder hacer lo mismo por ella. Ése es un poder que ella maneja muy bien. 

— Mejor te dejo dormir. Buenas noches — sus palabras suenan atropelladas y antes de darme tiempo a responder, cierra la puerta detrás de ella al salir. Un sentimiento extraño me invade: simpatía. Dejó a su familia y amigos en Australia para venir aquí y hacer realidad sus sueños; simplemente se siente sola y quiere una amiga. 

* * *

Aunque mi cabeza estaba llena casi hasta el borde de pensamientos, anoche no tardé nada en quedarme dormida una vez que Haewon se fue. Esta mañana apenas abrí los ojos con la alarma del celular, antes de poder dar la primera bocanada de aire, dije el nombre de Yoongi en voz alta con el corazón desbocado. Después de darme una ducha rápida, mis pies me guían casi automáticamente hacia la oficina del CEO en lugar de ir a la cocina a desayunar. Soy consciente de que son apenas las 8 AM pero necesito saber si ya tomó una decisión o no con respecto a Yoongi. La ansiedad hace que las 4 horas que dormí en total parezcan más y me sienta totalmente descansada.

— ¡Ahí estás! — exclama Sun Gi cuando estoy a punto de golpear la puerta de la oficina.

— Buen día, oppa — lo saludo y me alejo de la puerta.

— Estaba llamándote. ¿Tienes el celular en silencio? —.

Palmeo los bolsillos de mis jeans y de la camisa que llevo puesta y me doy cuenta que lo dejé en mi habitación al parecer.

— ¿Pasa algo? — pregunto. 

— Debemos ir a ver a Dean Brown en el Hotel Centre Seoul a las 11 AM — su celular suena y atiende.

Maldita sea, volví a olvidar que Dean Brown venía. Está en el mismo país que yo; la alegría no cabe en mi cuerpo. Daría lo que fuera por que Yoongi me acompañara también.

— Debemos salir ahora para evitar el tráfico. Ve por tus cosas, te espero en la van afuera, ¿sí? — me susurra mientras cubre su celular con una mano para hablar conmigo y continuar hablando con quien sea que lo haya llamado. 

Me vuelve sobre mi hombro para ver la puerta de vidrio de la oficina, la cual deja ver una silueta desdibujada moverse adentro. Supongo que me enteraré de la decisión del CEO más tarde. Voy casi corriendo a mi habitación, tomo un abrigo, mi bolso y mi celular y me dirijo a la entrada del edificio.

Es un viernes y el tránsito está peor que nunca. Tenemos solamente una hora de viaje en auto hasta el hotel y ahora entiendo por qué Sun Gi quería salir tan temprano. Miro mi celular y me siento tentada a llamar a Haewon. Me pregunto si se habrá levantado de mejor humor.

Sunbae and I || SUGA || 3ra TempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora