Sunbae and I || SUGA || 3ra Temp

.007.

Llevamos dos vueltas corriendo alrededor de la pista de atletismo cuando Yoongi me envía un mensaje preguntándome dónde están mis auriculares porque los suyos se rompieron. Me detengo y empiezo a caminar para recuperar un poco el aire y contestarle.

En el closet, donde están mis jeans. ¿Qué haces todavía allí? Llegarás tarde al programa de radio.

Haewon apresura el paso hasta estar a mi ritmo y camina a mi lado, respirando con dificultad. Le sonrío simpática y ella me devuelve la sonrisa. Caminos un rato en silencio, sólo nuestras respiraciones agitadas se escuchan.

— __t/n__ — Haewon dice mi nombre tímidamente.

— ¿Sí? — contesto después de unos segundos al ver que no sigue hablando.

Ella baja la mirada y se muerde el labio. Luce preocupada o avergonzada, no sé cuál de las dos.

— Espero que no te hayas enojado con Yoongi sunbae-nim anoche porque estaba sacándose una foto conmigo. Yo le pedí una selfie porque mi prima se había sacado una con Jin sunbae-nim y me la restregaba en la cara siempre que podía, así que como a ella le gusta Yoongi sunbae-nim, quise hacerle lo mismo — empieza a hablar lento y bajo y luego se atropella con sus propias palabras, como si las escupiera nerviosa.

Escuchándolo de ella, me doy cuenta lo estúpido que suena haberme enojado porque estaban sacándose una foto. Yoongi vive sacándose fotos con las fans en los fansigns y conciertos. Me siento como una tonta pero, ¿por qué le interesa si me peleo o no con él?

— No me enojé con él  — miento. 

— Pero sonabas molesta anoche — dice al mismo tiempo que baja la mirada, como si se arrepintiera de haber dicho eso.

Bueno, sonaba molesta porque lo estaba. 

— Tuvimos unos problemas con las grabaciones y estaba preocupada por eso — digo y ella parece creerlo porque sonríe aliviada.

Seguimos corriendo sin conversación, ponemos toda nuestra energía en correr y recuperar el aliento cada vez que paramos. Debo estar siendo paranoica, no sé, pero el aspecto de niña buena de Haewon me da mala espina, desde el momento en que no se esmeró para nada en disimular la quijada que se le caía al suelo cuando vió a Yoongi por primera vez. Mi mente empieza a divagar y me encuentro comparándome con ella.

Saldrías perdiendo, me dice mi conciencia. 

— Luego nos vemos — me despido cuando terminamos de estirar las piernas.

Voy a mi habitación para darme una ducha y, apenas abro la puerta, me encuentro con todos mis jeans tirados sobre la cama. Respiro hondo y me trago unos cuantos insultos dirigidos a Yoongi para que nadie que pase cerca, piense que estoy loca hablando sola.

— ¿Qué... le... cuesta... volverlos... a poner... donde...ESTABAN? — los acomodo nuevamente en el closet, menos uno, el que voy a usar ahora y cierro la puerta con fuerza. Me doy una ducha y me doy cuenta que todavía me queda un poco de tiempo antes de que el ensayo comience. Mi estómago ruge del hambre y, por más que intente ignorarlo, suena más y más fuerte. Voy a la cocina a buscar una fruta para calmar mi ansiedad y lo encuentro a Chan, con la cabeza metida en la heladera. Con cuidado y sin hacer ruido, me acerco a él y le pincho las costillas. Él se voltea bruscamente hacia mi y hace que pierda el equilibrio pero me atrapa en sus brazos. Por instinto, lo tomo por los hombros y me aferro a ellos para no caerme de espaldas.

— No deberías hacer eso — su respiración tibia le da un calor inesperado a mis mejillas cuando rebota contra éstas y las sonroja mientras curva sus labios en una sonrisa divertida. Cruzamos miradas por unos segundos pero no sé por qué se siente como si el tiempo no existiera. Me incorporo derecha, Chan aparta sus manos y se echa a reír a carcajadas.