Me sobresalto en cuanto siento la vibración del celular en mi bolsillo y escabullo mi mano por debajo de la de Yoongi para revisarlo. En cuanto lo saco, el nombre de Haewon aparece en la pantalla y, sin darme tiempo a reaccionar, Yoongi me lo arrebata.
— ¡Dámelo! — le ordeno tratando de alcanzarlo pero con su brazo estirado me mantiene en mi lugar.
Me lanza una mirada de pocos amigos antes de deslizar su dedo sobre la pantalla.
— Dejá de llamar. Es la última vez que te lo digo — dice cortante y lo más desafiantemente posible que su voz grave le permite. Intento sacarle el celular en silencio, esperando poder escuchar la respuesta de Haewon pero no puedo.
— Sí, claro. No voy a dejar que vos y ése cobarde se metan entre ella y yo — su risa sarcástica llena el lugar y puedo ver el reflejo del empleado del local en el vidrio situado frente a nosotros que nos observa detenidamente.
Esa expresión algo divertida e irritada se desvanece de un segundo a otro y una extrema preocupación hace de su rostro una hoja de papel en blanco. Se me cruza la idea de que podría llegar a desmayarse en cualquier momento y se me corta la respiración.
Aparto su brazo, que me impide acercarme más a él, y le doy un apretón a su hombro para hacer que reaccione. Finaliza la llamada sin decir nada más y arroja mi celular sobre la mesa, haciendo que rebote y termina tirando el vaso de café.
— ¡HEY! — le grito a viva voz mientras reviso que la pantalla no se haya astillado ni rajado. Me vuelvo a verlo y sigue con esa expresión casi fantasmal en su rostro.
— ¿Quién te dió permiso para contestar mi celular? — digo con más irritación, en busca de hacerlo reaccionar pero nada.
¿Qué le dijo Haewon para dejarlo así?
— ¿Qué pasó? — pregunto con voz normal y lo tomo de los hombros para voltearlo hacia mi. Ahora sí estoy preocupada.
— Hey, ¿hola? — le paso la mano por delante de su mirada perdida vaya a saber dónde y me mira como si éstos últimos minutos no hubiésemos estado hablando el uno con el otro.
— Nada — dice con un hilo de voz, muy impropio de él — ... nada, no pasó nada — parpadea rápido un par de veces y luego él es quién me toma de los hombros.
— Mantente alejada de esos dos, en especial de Haewon, ¿sí? — su tono de voz suplicante despierta la curiosidad en mi.
— ¿Por qué? — respondo. No hace falta que me pida que esté lejos de ellos, no quiero verlos ni en fotos pero quiero saber el por qué de sus pedidos, que cada vez se vuelven más demandantes.
— Por favor, __t/n__ — me da un leve apretón en los hombros y me mantiene la mirada rogante.
— Dime la razón y juro que lo haré — replico. Estaba tan decidido y desafiante cuando contestó su llamada pero terminó como un perrito asustado cuando cortó. Debió haberle dicho algo realmente estremecedor para que cambiara de actitud en cuestión de segundos.
Yoongi me suelta y vuelve sus ojos hacia el vidrio para observar la calle. Ciertamente puedo ver que está bastante inquieto y preocupado con tan sólo ver lo errantes que se han vueltos sus ojos, que se posan en cualquier cosa menos en los míos.
— ¿Me puedes decir qué te dijo para que estés así? — me inclino un poco sobre la mesa para poder ver su rostro.
—¡Nada! Si quieres estar con ellos, está bien; ve y pasa el tiempo con ellos, no me importa — se levanta de golpe arrastrando la silla contra el piso de baldosas blanco y aprieto los dientes al escuchar ese sonido horrible.
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Sunbae and I || SUGA || 3ra Temp
FanfictionAlgo que __t/n__ debe aprender del mundo de los idols del kpop del cual forma parte, es que muchas veces para triunfar, éstos deben hacer sacrificios, ya sean abandonar a sus familias y no verlas durante un tiempo largo, perder contacto con amigos u...