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[__T/N__]

Gracias a todas las veces que he tenido que escapar de sus brazos por las mañanas para no llegar tarde a las actividades de G:Fire, ya he adquirido cierta destreza para escabullirme de ellos sin que se dé cuenta. Prácticamente me chantajeó para que me acostara a dormir con él en mi cama o sino no dormiría dijo, pero estoy segura de que sólo le bastaba poner la cabeza en la almohada para quedarse frito. 

— ¡YA, DUÉRMETE! — le grito medio en broma, medio en serio mientras intenta evitar que me levante de su lado. Quisiera quedarme con él todo el día así pero quiero que duerma cómodo.

— Ya te dije que voy a dormir si te quedas conmigo — su voz se va desvaneciendo al mismo tiempo que va aflojando el agarre de sus brazos alrededor de mi cintura. Después de unos minutos, levanto la cabeza para encontrarme con un tierno y adorable Yoongi aferrado a mi como si fuese un koala. No me aguanto las ganas de pasarle los dedos por su cabello un poco húmedo todavía y, al hacerlo, sus labios forman una sonrisa juguetona y me encuentro sonriendo de oreja a oreja. Cambio de parecer, acomodo su cabeza sobre mi hombro con cuidado y cierro los ojos, sintiendo su aliento tibio en mi cuello.


Unos golpes en la puerta me despiertan y siento el peso de Yoongi sobre mi cuerpo. Gruñe molesto frunciendo el ceño y arrugando la nariz mientras se niega a soltarme cuando intento levantarme para ver quién es. Miro la hora en mi celular y hemos estado durmiendo un poco más de dos horas nada más.

— No, quedate — murmurra Yoongi con la cara enterrada entre las mantas. Sonrío al ver su cuerpo envuelto entre éstas; le falta una corona de laurél en la cabeza y podría pasar por un romano. Bueno, tampoco para tanto pero es gracioso, tierno y sexy al mismo tiempo.

Los golpes aumentan y el último tramo que me separa de la puerta, lo recorro dando unos saltitos. Al abrirla, lo primero que veo es un puño a centímetros de mi rostro.

— ¡Ay, perdón! — dice Haewon cuando me tiro para atrás para esquivar el golpe. — Quería tocar a la puerta. ¿Te hice algo? — me toma de los hombros y me examina el rostro mientras me refriego los ojos y desperezo para terminar de despertarme.

— Estoy bien, no me pegaste — digo riéndome por lo bajo de su excesiva preocupación cuando ni siquiera me rozó. 

— ¿Estabas durmiendo todavía? 

— Sí, no pude dormir mucho anoche — contesto en voz baja para que Yoongi no se despierte.

— Ah — dice Haewon y baja la mirada a sus pies.

— ¿Pasa algo? 

— No, es que... quería saber, como hoy es el último día libre que tenemos antes del concierto, si querías hacer algo juntas — se lleva un mechón de cabello atrás de la oreja y me doy cuenta de que nunca la había visto con el cabello suelto. Es más largo de lo que aparenta ser cuando lo tiene amarrado en una coleta y parece tener menos edad de la que tiene.

— ¡__t/n__! ¡Volvé! — la voz ronca y grave de Yoongi me hace voltear hacia el interior de la habitación del susto y Haewon se asoma por encima de mi hombro.

— Ah, no... no sabía que... — tartamudea Haewon nerviosa — que no estabas sola. ¿Es Yoongi? — enarca sus cejas y se muestra curiosa.

— ¡Claro que es él! ¿Con quién más estaría? — le contesto de mala gana. ¿Quién se piensa que soy? ¿Qué ando durmiendo con cualquier chico que se me cruza por el camino?

— ¿Con quién hablas? — pregunta Yoongi con voz más firme y cuando volteo a verlo, ya casi está de pie detrás mío, vestido con unos joggings y una remera blanca. Esa expresión relajada que tenía cuando estaba dormido sobre mi hombro hace unos minutos, desapareció y fulmina a la otra persona delante nuestro con la mirada.

Sunbae and I || SUGA || 3ra TempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora