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— Cinco minutos más, sunbae... no me quiero levantar todavía — tengo la garganta seca y mi voz suena horrible. Me acurruco entre las sábanas y trato de esconder mi rostro en la almohada para que Yoongi no pueda seguir tratando de despertarme con suaves besos en mi mejillas.

Mi mente hace click y vuelvo a la realidad. Despego la cara de la almohada y me doy cuenta que Yoongi no está. Me quito el cabello despeinado que cubre mis ojos y me toma otro momento recordar que Haewon se quedó a dormir aquí anoche pero no hay señal de ella. Siento como si una carga de mil kilos se posara sobre mis hombros cuando mi mente empieza a recordar todo lo que ha sucedido en mi vida éstos últimos días, en especial ayer. 

No tengo mucho tiempo para torturarme con mis pensamientos porque la puerta de mi habitación se abre y Haewon aparece con el desayuno.

— Pensé que todavía estarías dormida. Parece que no te gusta dormir mucho — dice mientras cierra la puerta empujándola con el pie. Se sienta a mi lado y deja la mesita sobre mis piernas: una taza de café negro humeante y dos tostadas.

— Hasta aquí llega mi habilidad para la cocina — dice con un tono apenado fingido, haciéndome reír.

— Bueno, estoy acostumbrada a desayunar al estilo de Jin pero esto no está mal — bromeo. — ¿No vas a desayunar? — pregunto curiosa.

— Yo ya desayuné hace un rato — me contesta. Me estiro sobre la cama para tomar mi celular y casi me ahogo con un sorbo de café al ver la hora. En menos de 10 minutos tengo el primero de varios ensayos del día y ni siquiera me he levantado de la cama todavía.

— ¿Por qué no dijiste nada anoche? Me hubiese levantado más temprano para hacerte el desayuno — me regaña Haewon cuando salto de la cama y me voy corriendo al baño.

— ¡No te preocupes! ¡Está bien! — le grito desde el baño.

* * *


— Excelente chicas. Diez minutos de descanso y retomamos — nos dice el coreógrafo y suena como música para mis oídos. Al principio del ensayo, me torcí el pie y no me ha dejado de doler desde entonces.

— __t/n__, ¿es verdad? — me pregunta Rose sentándose a mi lado en el suelo y Heeni hace lo mismo.

— ¿Qué cosa? —.

— Que Chan y tú se besaron — dice casi en un susurro. Siento una opresión en mi pecho en crecimiento y asiento mientras masajeo mi tobillo para hacer que la molestia desaparezca.

— ¿Entonces te gusta Chan oppa? — me pregunta Heeni levanta la voz. Miro para todos lados nerviosa esperando que nadie la haya oído.

— Ya, chicas, ¿qué hablamos? — Hwang aparece y me rescata del interrogatorio de mis otras compañeras de grupo.  

— ¿Pudiste dormir anoche? — cambia su tono de voz amenazante con el que le habló a Rose y Heeni y lo hace suave y familiar. — Me extrañó que no vinieras a mi habitación para dormir o que me llamaras — agrega frotándome el hombro como un gesto de consuelo, algo que parece habérsele hecho una costumbre últimamente. 

— No quise molestarte, unnie. Tienes tantos ensayos... debes descansar más y cuidar tu voz — contesto.

— Tú nunca me molestas, __t/n__. Eres como la hermana menor que siempre quise — sus palabras, aunque no lo intente, son muy reconfortantes porque ella es como la hermana mayor que siempre quise tener.

— De todos modos, Haewon me hizo compañía — suelto y es como si hubiese dicho algún insulto. Hwang suprime la sonrisa de su rostro y se aleja un poco de mi. Rose y Heeni se miran entre ellas y luego vuelven a mirarme.

Sunbae and I || SUGA || 3ra TempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora