La mayoría salimos de la sala de reuniones con la misma expresión de preocupación en nuestros rostros. Una banda de rock que iba a dar sus conciertos una semana antes del nuestro en el mismo estadio, canceló a último momento sus fechas y movieron la nuestra una semana antes de la fecha original. La mayoría está inquieto por tener menos tiempo para ensayar, yo incluída, pero hay otra cuestión que me preocupa más.
Camino detrás de mis unnies en silencio, pensando en los pros y contras de aceptar el contrato cuando siento que unos brazos envuelven mi cintura.
— ¡Sunbae! ¿Qué haces? — susurro nerviosa. No me molesta que sea cariñoso en frente de los demás integrantes de BTS ni de mis unnies porque ya saben lo nuestro pero los demás artistas vienen caminando unos pasos detrás y podrían vernos.
Intento apartar sus brazos de mi pero los aprieta y me planta un beso en la mejilla.
— Más tarde debemos hablar de algo — me susurra en el oído y procede a rebasarme junto con el resto de BTS.
¿Realmente era necesario que me dijera eso? Ahora tengo otra cosa más sobre la cual darle vueltas y vueltas durante todo el día. Como si no tuviera suficiente en qué pensar ya.
* * *
Llegamos sin tiempo de sobra a nuestro primer ensayo general del día y cuando veo a Haewon y Chan entre los bailarines que nos acompañan, decido ignorarlos por el momento y lucir concentrada en nuestro acto aunque sea mentira. Mi cuerpo se encuentra presente en el estudio pero mi mente anda recorriendo universos paralelos, pensando en todos los posibles escenarios que podrían darse dependiendo de la decisión que tome.
Sin ningún descanso, el coreógrafo nos hace ensayar las cuatro seguidas. Al parecer no somos los únicos que están alterados por el repentino cambio de fecha. Al finalizar, es como una carrera por ver quien llega primero a la puerta; con sus respectivas pertenencias, los bailarines salen corriendo chocándose los unos a los otros.
— Hola — Haewon se para a mi lado y me regala una sonrisa incómoda. Creí que ella y Chan se habían ido con los demás en la avalancha humana.
— Hola — le contesto sin dejar de mirar el interior de mi bolso como si buscara algo. Un último bailarín dejado atrás finalmente se une a los demás y quedamos completamente solas.
— Con respecto a lo de ayer... — empieza ella pero la detengo.
— No digas nada — le advierto de la mejor manera que puedo.
Entiendo que de no ser por ella tal vez nunca me hubiese enterado de que Yoongi alguna vez estuvo celoso de mi pero ya lo hablé con él y prefiero dejarlo atrás.
— No quiero que estés enojada conmigo, yo sólo quería advertirte que Yoongi no es quién dice ser.
No sabía que mi paciencia estaba a punto de desbordarse cuando ella agregó la gota que rebalsó el vaso. Arrojo mi bolso al suelo para caminar más liviana y me planto frente a ella, roja de la furia.
— ¿Quién eres para decir eso? Hace sólo dos meses que llegaste aquí. Ni siquiera lo conoces — trato de no levantar tanto la voz por si alguien anda caminando por los pasillos.
— Te lo digo por experiencia propia — sus ojos se vuelven ausentes y llorosos, como si estuviera recordando algo.
— Lo que sea que suceda entre él y yo, no te incumbe — su aspecto hace que mi voz se suavice un poco pero sigo enfadada.
— Tienes razón. Perdóname — obliga a sus labios a dibujar una sonrisa y falla terriblemente antes de irse.
{Yoongi}
Saber que por fin __t/n__ y yo volvemos a estar bien, me satisface tanto que podría pasarme el día entero sin quejarme de nada pero, por otro lado, me vuelve loco el hecho de que Haewon y Chan aún intenten separarnos. ¿Qué pretendía ganar contándole eso a __t/n__? Para ser sincero, no iba a contárselo porque es algo del pasado ya. Ahora no quiero otra cosa más que verla crecer artísticamente y cumplir sus sueños.
¿Dije que podría pasarme todo el día sin quejarme? Okey, no es verdad. Al entrar en el estudio de baile para nuestro ensayo, bufo exagerada y para nada disimuladamente cuando veo a Chan entre los seis bailarines de apoyo que actuarán con nosotros. Ya somos siete en el grupo, no entiendo el por qué agregar los bailarines también.
— Ya me parecía raro que no te quejaras de nada, hyung — me dice Jimin gracioso y palmea mi hombro.
Cada vez que cruzamos miradas a través del espejo, me dan ganas de ofrecerme a acomodarle la nariz de nuevo de un sólo golpe. Todavía tiene el rostro un tanto morado pero ya no hay señales de hinchazón. Me obligo a olvidarme de esos pensamientos y concentrarme en las coreografías para que el coreógrafo no nos haga ensayar extra; ya bastante presión hay porque tenemos una semana menos para prepararnos.
Durante el solo de baile que tiene la dance line, pretendía descansar un par de minutos pero Chan se las ingenia para arruinar el perfecto día que venía teniendo.
Se sienta a mi lado como si fuéramos los mejores amigos y le dedico mi mejor mirada de irritación posible.
— ¿Podemos hablar? — dice en voz baja con la vista puesta en la rutina que están haciendo Hoseok, Jimin y Jungkook. ¿En serio? ¿Cómo tiene agallas de continuar con su jueguito?
— ¿Justo ahora? — pregunto con sarcasmo.
— Hablar con otros presentes es garantía de que no terminarás golpéandome... otra vez.
Mis manos se vuelven dos puños y siento como clavo las uñas en mis propias palmas. Mi pulso se acelera por la cólera que me hace sentir.
— No tengo nada que hablar contigo — espeto molesto tratando de controlar la ira que me invade.
— Está bien, sólo escúchame y recuerda ésto — hace una pausa y me siento tentado a voltear hacia él y partirle la boca de un puñetazo para hacer que combine con su maltrecha nariz pero me contengo.
— No todo es lo que parece. Ya te darás cuenta de ello.
El estudio se queda unos segundos en silencio cuando la música acaba y todos empiezan a aplaudir a la dance line por sus movimientos coordinados. Lo sigo con la mirada echando chispas mientras se reúne con los demás bailarines al otro extremo de la habitación.
Ya me di cuenta de que no todo es lo que parece y de que no todas las personas son lo que creemos que son.
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Sunbae and I || SUGA || 3ra Temp
FanficAlgo que __t/n__ debe aprender del mundo de los idols del kpop del cual forma parte, es que muchas veces para triunfar, éstos deben hacer sacrificios, ya sean abandonar a sus familias y no verlas durante un tiempo largo, perder contacto con amigos u...