Sunbae and I || SUGA || 3ra Temp

.036.

Espero que el portazo que di al salir de la habitación de Chan, le haya pegado en la cara a Haewon. La puerta de la habitación contigua se abre y un bailarín de cabello rubio despeinado vestido con sudadera y pantalones a la rodilla, se asoma al pasillo. Por su aspecto, claramente estaba durmiendo y mi temperamento lo despertó.

— ¿Por qué tanto ruidooo? — pregunta molesto con voz ronca y somnolienta. Se pasa las manos por el rostro y cuando me ve, se apresura a adoptar una postura más derecha y se inclina para darme un saludo.

— Perdón — digo en voz baja al pasar por delante. 

La cabeza me funciona a mil y no puedo pensar con claridad. Tanto silencio y tranquilidad debería ayudarme a poner mis pensamientos en orden pero sólo hacen que éstos se vuelvan más y más altos, hasta casi dejarme sorda. 

Yoongi sí es honesto conmigo; él es una persona bastante transparente aunque un tanto difícil de interpretar para los demás pero no para mi. Conozco sus gestos, los tonos de su voz cuando está feliz, triste, enojado, irritado, bromeando o hablando en serio, sus tics y manías. Es como un niño malhumorado casi todo el tiempo pero cuando somos sólo nosotros dos, su lado tierno aparece y es lo más hermoso del mundo. Es imposible que sienta esos celos de mi como Haewon dice y que actue como lo hace. 

Sacudo la cabeza y luego acomodo mi cabello de nuevo en su lugar. Hay una batalla de voces en mi cabeza: "Yoongi es honesto conmigo"... "Las personas a tu alrededor, no todas son honestas"..."Yoongi es honesto conmigo"... "Las personas a tu alrededor, no todas son honestas"..."Yoongi es honesto conmigo"... "Las personas a tu alrededor, no todas son honestas"... 

Maldita Haewon. Por más que no quiera admitirlo, algo de razón tiene y precisamente ella y Chan son prueba de ello pero no Yoongi. Él no y su irritante voz no va a hacer que cambie de opinión. 

No estoy acostumbrada a este ambiente tan quieto, sin nadie corriendo por los pasillos porque llegan tarde a algún ensayo, clase o reunión. Voy a mi habitación y Yoongi parece un gusano de seda envuelto con las mantas alrededor de su cuerpo mientras duerme profundamente en mi cama. No puedo contemplar su hermoso rostro sin el maquillaje habitual que siempre lleva con tranquilidad por culpa de las palabras de Haewon taladrándome el cerebro y le doy una patada a la hoodie que Yoongi llevaba puesta esta mañana y que dejó tirada en el suelo. Odio que haya tocado algo en mi que me haga sentir así, tan insegura de repente. Odio yo ser tan insegura, ¿qué gana diciéndome esas cosas de Yoongi? Ni siquiera puedo confiar en ella pero aquí estoy, maldiciéndola por sembrar la duda en mi paranoica mente.

No me importa que esté sucediendo el segundo diluvio universal afuera, necesito un poco de aire y ordenar mis pensamientos. Levanto la hoodie de Yoongi del suelo y me la pongo junto con un beanie negro para que mi cabello no se encrispe por el horrible clima. El perfume de Yoongi inunda mi nariz cuando me deslizo dentro de su prenda y por un momento, imagino que son sus brazos rodeándome como cada mañana que despertamos juntos. Cierro los ojos e inhalo profundo ese exquisito aroma una vez más.

Yoongi es honesto conmigo, lo conozco mejor que nadie. 

***

Ha sido mala idea haber salido con este clima. La parte inferior de mis jeans está húmeda por la incipiente lluvia que repiquetea contra el suelo al caer y salpica todo cuanto está en su camino aunque el resto de mi cuerpo está seco gracias a llevar un paraguas. Sólo espero no enfermarme, lo que menos necesito es un resfrío a tan poco tiempo del concierto.

Un cartel de neón rojo y azul de un 7/11 me incita a entrar y dejar de circular bajo la lluvia. El cambio brusco de temperatura entre ambos ambientes seguramente me va a dejar alguna secuela mañana; lo presiento, así mismo como presiento que Haewon no va a dejar de llamar a mi celular hasta que le conteste sus llamadas. Ha estado vibrando en mi bolsillo desde que salí de los dormitorios y cada vez que reviso la pantalla, veo su nombre y corto. Lo que menos necesito ahora es oírla; ya escuché suficiente por hoy.