ELLA ES MÍA. (LESBIAN)

Capítulo 45. [Revelación]

[ Narra Ana ]

Decidimos entrar a una cabaña para secarnos y comer algo después de pasar un rato bañándonos en el lago. La cocina es pequeña, hay como una especie de barrita y de asientos son unos banquitos altos. Sacamos la comida, Lucía me está ayudando a acomodar la comida. Los tres chicos están bobeando por allí y bebiedo cerveza. Alex está sentada en uno de los banquillos y Camila está parada entre las piernas de Alex. No puedo dejar verlas.

Alex rodea con sus piernas a Camila, ella se acerca y se empiezan a besar. Escucho un ruido muy fuerte.

— ¡Ana!— me grita Lucía. Sacudo la cabeza y veo el suelo, una botella de vino se me ha caido de mis manos. — ¿qué te pasa? ¿estás bien?— insiste ella, la observo con confusión, volteo hacia Alex y están separadas y de lo más casual, ¿me he imagino que se besan? Dios, si que estoy mal.

— ¿Qué te pasó?— Alex se acercó preocupada. — Ohhh, Ana... mira lo que te has hecho— Alex tomó una toalla de papel y la llevó a mi rodilla, un pedacito de vidrio brincó y de seguro eso me cortó. — ¿te duele?— preguntó Alex tapando la cortadita.

— A ver, tú quítate...— le dijo Lucía quitándole la mano de mi pierna, Alex le puso los ojos en blanco y tiró la toalla. — ven mi amor, vamos al baño, YO te ayudaré— recalcó Lucía. A Alex pareció no importarle.

— Pff, pobrecita...— susurró Alex con desprecio y burla, refiriéndose a Lucía. Volvió con Camila.

Entramos al baño, cerré la puerta, Lucía puso un papel mojado en la cortada.

—  No hay necesidad de que seas tan grosera con ella... sólo estaba intentando ayudar— le reclamé.

— ¿Y tú?...— respondió ella parandose frente a mí. — ¿tú que intentas?— me preguntó con una mirada penetrante.

— ¿De qué hablas?— 

— No hagas como si no sabes, no quieras verme la cara de idiota... allá tú si te quieres engañar a ti misma pero, ¿crees que no me doy cuenta? desde que llegamos no haces otra cosa que verla, se te cae la baba cada que pasa, ¿por qué bajas la mirada? porque sabes que tengo razón, ¿verdad?— Lucía hizo una pausa. — Se nota que te mueres de celos cada que Alex prefiere irse con Camila, se nota que te enfurece que no esté haciéndote caso, ¿te enoja que quizá se esté olvidando de ti?— dijo ella con desprecio.

— ¡Cállate! Deja de decir estúpideces— le di la espalda y me crucé de brazos.

— Perdón...— susurró ella en mi oído y me abrazó por la cintura. — es que yo también estoy celosa, a mí jamás me has visto como la miras a ella— sigo de espaldas, Lucía empieza a besar mi espalda, escucho su respiración. — Yo quiero que te enamores de mí, ¿por qué es tan difícil?— sigue susurrandome. Suspiro, me giro hacia ella. 

— Lucía, yo siempre fui honesta contigo, tú sabías que ell...— Lucía puso su dedo en mis labios.

— Lo sé, lo sé... pero si tan solo me abrieras tu corazón yo podría tener una oportunidad— metió sus manos entre mi cabello, yo sigo en silencio. — Ana, quiero que duermas conmigo ésta noche— me susurró en los labios.

— Uhmm... vamos a dormir juntas, ¿o no?— respondí indiferente intentando hacerme hacia atrás pero el baño es muy pequeño.

— Sí pero, me refiero a que... — empezó a acariciarme con dos dedos los brazos de una forma seductora. — me dejes hacer otras cosas, que nos entreguemos en alma y cuerpo— Lucía se acercó y empezó a besarme, sin ganas le medio correspondí. — déjame curarte, déjame sacarte a esa chica de tu piel, quiero que me dejes llenar de caricias mías tu cuerpo y borrar las de ella— decía Lucía con sus labios pegados a los míos. — quiero ser tuya...— dijo viéndome a los ojos.