ELLA ES MÍA. (LESBIAN)

Capítulo 34. [Elocuencia]

Hoy decidí levantarme más temprano que Mariana, normalmente ella ya está lista para cuando yo apenas abro los ojos. De verdad hace mucho frío aquí, me voy directo a la ducha y me alisto en el baño. Salgo y Mariana sigue dormida, salgo de la habitación, iré a uno de los jardines a caminar un poco. 

Honestamente, lo que me dijo Mariana anoche me ha dejado pensando, y no porque dude del amor que Ana y yo nos tenemos sino porque ésto lo estoy tomando como una prueba más, tengo la idea de que si nuestro amor no fuese tan especial, las cosas serían más fáciles, quizá el amor esté celoso de nuestra relación y por ende nos pone tantas pruebas. Confío en mi chica y en que saldremos bien de ésto y de cualquier otra prueba que la vida nos ponga. 

Me salto el desayuno, voy directo a clases. Al finalizar, suena el timbre para la comida, mis tripas están sonando, voy al comedor, tomo una charola con comida y me siento en la mesa donde está Renne. Ella me  saluda tan amigable como siempre. Empezamos a comer, ella me cuenta algunas cosas de lo que fue su relación con Mariano, creo que casi siempre está hablando de él, pero no me molesta porque yo también podría hablar de Ana todo el tiempo. La escucho atenta mientras como mis fideos.

Siento una mano en mi hombro, Renne se encoge en hombros.

— Alexandra— Dice Mariana que está de pie a mi lado. La miro con ojos de confusión. 
— ¿Si?— pregunto, intento ponerme de pie pero ella me lo impide.
— Uhm no, no es necesario que te pongas de pie, sólo quiero preguntarte si estás bien, ya sabes... por lo que te dije anoche, no quiero que pienses que lo hice para molestarte— explicó. Renne abrió los ojos como platos y me observó con curiosidad.

— No te preocupes, Mariana... igual no me molestó, estoy demasiada segura de lo que tengo— respondí. Mariana me hizo una mueca.
— Oh, me alegro por ti. En fin... Oh, hola Renne. Adiós.— Mariana le sonrió irónicamente a Renne y se fue. 

— ¿Qué fue eso? Wooow ¿ustedes dos tienen problemas?— preguntó Renne con mucha ansiedad de saber qué sucede.
— Uhmm, no para nada... es algo sin importancia, me sorprende tanto como a ti que ella me haya venido a hablar— le sonreí, ella me levantó las cejas y siguió comiendo.
— Mariana es tan... extraña, nunca le han conocido a una amiga, ¿sabes? de seguro está así porque por primera vez tiene una compañera de cuarto, su tía siempre le había dado todos los privilegios y qué mejor que tener una habitación para ella sola..— respondió Renne divertida. Asentí y seguí comiendo.

Una chica se acercó corriendo a nuestra mesa.

— ¿Mariana vino a hablar con ustedes?— preguntó apresurada.
— Uhm, sí..— respondí 
— Wow, ¿quién de ustedes es su amiga?— Renne y yo nos volteamos a ver y reímos.
— Ningúna— respondió Renne entre risa. —Pero ella duerme en la misma habitación— la chica me observó atenta.

— ¿Tú? ¿En serio? ¿me podrías presentar con ella?— 

— ¿De qué hablas? Hablale tú— dije indiferente. Renne reaccionó.

— Ohh, jaja Alexandra... ella es Lola y es mi roomie, compartimos habitación desde que llegamos. Y está muerta por Mariana, con una probabilidad de 0% de que algún día le haga caso, pero no entiende...— Lola se sentó e hizo su cara como un "emoji" de cara triste.

— ¿Te gusta Mariana?— pregunté exaltada. Lola dijo que sí con la cabeza. —Wow, ¿cómo es posible? tiene una personalidad horrible— respondí.

— Ya sé pero, es la más bonita de todo el internado y además es misteriosa... no le habla a nadie— Lola recargó su cabeza en la mesa. —Ohhh, es tan bonita...— Renne y yo reímos.