Capítulo 58. [Ella nos ama]

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[Narra Ana]

Mi regreso a éste pueblo resultó tan extraño y confuso como lo imaginé, sin embargo no esperaba que fuese así. El tiempo que estuve en California lo utilicé más que nada para esfumar todas mis confusiones y calmar mis sentimientos.

Cuando la volví a ver, creí que todo mi esfuerzo y toda mi voluntad por no caer nuevamente ante su encanto había sido en vano, pues cuando llegué a esa fiesta en año nuevo, y la vi entre tanta gente me di cuenta que Alexandra no había cambiado absolutamente nada, y que seguía siendo la misma chica que puede estar rodeada de cientos de personas y aún así pude ver en su mirada que ante sus ojos todas las personas a su alrededor disminuyen a cero, porque así es ella, así es Alexandra Stone, sus ojos rara vez notan la existencia de las personas, y eso me hace recordar lo especial que me sentí cuando descubrí eso de ella, porque hubo un momento de nuestras vidas en las que esos ojos tan especiales me vieron, sí, y pensar en su mirada enfocándose solo en mí mi hizo estremecer, mi piel se erizó al recordar que un día yo era todo lo que ella podía ver y no lo voy a negar, me encantaba ser su centro de atención, amaba la idea de que ella enloqueciera por mí, y mis latidos se aceleraron al recordar lo poderosa que yo me sentía porque podía hacerla temblar con tan solo sonreírle, y sí, no voy a negar que muchas veces lo hacía adrede porque me enloquecía ver cómo sus mejillas se ponían coloradas y ella intentaba disimular su nerviosismo.

Y allí estaba yo, observándola mientras todos esos recuerdos paseaban por mi mente, y me sentí asustada porque en ese momento tenía tanto miedo de que ella me viera también y me lanzara una de esas sonrisas tan seductoras que le encanta dar, jáh, pienso en todas las veces que le comenté lo coqueta que es su sonrisa y ella siempre lo negó, pero sin duda su sonrisa es —además de hermosa— penetrante, segura, seductora y coqueta, ¡vaya combo!

Esa noche de año nuevo, pensé seriamente en irme de una buena vez de esa fiesta, pues me sentía expuesta, me sentí en peligro, me sentí tentada a ir trás ella y probar nuevamente el sabor de sus carnosos y rosados labios, volver a morderlos, esos pensamientos me aterraban, pues mis intenciones cuando decidí regresar, no eran seguir pensando en ella, sino todo lo contrario. Yo esperaba verla y no sentir nada. ¡Joder! Ese momento iba a definirlo todo, y yo había decidido no volver a ella, sin embargo la perseguí toda la noche, solo quería verla aunque fuese de lejos.

Sin emargo ya todos sabemos lo que sucedió después, y cuando menos lo pensé estabamos bajo ese árbol. Todo fue muy confuso esa noche, tanto mis emociones como las de ella estaban al límite y ningúna de las dos estaba pensando claro.

Después vino lo del estúpido elevador. Estaba totalmente aterrada, ni siquiera puedo mencionar todo lo que me pasó por la mente cuando la tuve por tanto tiempo allí, mis energías se agotaban poco a poco y la desesperación empezaba a correr por todo mi cuerpo, fue revelador, puesto que... cuando estuvimos cerca de besarnos, pude darme cuenta de algo muy importante; Alexandra Stone ya no me duele más, pude verla a los ojos sin sentir ese fuego que me ardía por dentro cada que lo hacía, esa rabia que me quedó cuando la vi marcharse con otra chica, la nostalgia de ver pasar mi vida sin ella, todo eso ya no estaba, Alexandra Stone ya no me ardía y honestamente no sé qué signifique eso pero, me encanta que pueda verla nuevamente sin sentirme enojada, porque ella fue, es y será sin duda, lo más bonito que me ha pasado.

Cuando las puertas de ese elevador se abrieron sentí como si estuviese despertando de un sueño y ciertamente lo fue, uno hermoso. Yo no sé si volveré a estar con ella o si lo nuestro realmente ya fue, no tengo idea de qué vaya a suceder, no estoy segura si nuestra historia llegó a su punto final o si son puntos suspensivos... solo de una cosa estoy segura, y sé que ella también piensa lo mismo y es que, sin importar cuánto tiempo y personas pasen por nuestras vidas, siempre que nuestras miradas se cruzen, volveremos a enamorarnos, porque así somos nosotras, y aunque estemos separadas, siempre viviremos la una con la otra.

ELLA ES MÍA. (LESBIAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora