ELLA ES MÍA. (LESBIAN)

Capítulo 13. [Aurora]

"Hoy es el último día de clases, Ana no responde mis llamadas y tampoco mis mensajes, necesito hablar con ella, necesito verla, necesito explicarle que todo se trata tan solo de una estúpidez, necesito decirle que la necesito a mi lado. No dormí en toda la noche, Alberto me aconsejó que le diera la noche para que pensara, él también está muy triste por su rompimiento con Paola. Espero ver a Ana hoy en el colegio..."

— Hija, ¿ya viste qué hora es?

— Si mami, ya casi estoy lista... 

— ¿No vas a irte con tus amigos? a ésta hora pasan por ti siempre..
— No, voy a irme en mi bicicleta.

— Bueno, apúrate para que alcances a comer algo.— concluyó mi madre, cerrando la puerta de mi habitación. Tomé mi mochila y salí por la puerta de atrás para que mis padres no se dieran cuenta, llegué al colegio un poco retrasada. Mi primer clase la tengo con Alberto. Estaba sentado en la última mesa, la maestra estuvo a punto de no dejarme pasar pero como no insití como lo haría normalmente, me aceptó, Alberto me hizo señas con su brazo para que me sentara a su lado pero me negué con la cabeza y me senté al otro extremo. Yo sólo podía pensar en una cosa... Ana.

No puse atención a ninguna de mis clases, esperé que la hora del almuerzo llegara y me fui a buscar a Ana, la busqué por todos y no podía encontrarla, me estaba desesperando.

— Hey, Alex...

— Qué quieres.— respondí fríamente.

— No tienes porqué ser así conmigo, vine a decirte que acabo de ver a Ana.— dijo Paola.
— ¿En serio? ¿en dónde está?!!
— Creo que debes esperar un poco más para hablar con ella, si quieres yo pue...

— DIME DÓNDE CARAJOS ESTÁ!
— ¡Hey! Deja de comportarte como una imbécil, no es mi culpa que tú le hayas ocultado las cosas.— respondió Paola, estaba molesta por mi actitud. Yo la ignoré. — Pero en fin, es tu problema si quieres seguir siéndo una imbécil, si quieres ver a Ana ven conmigo.— continuó Pao. Yo la observé cuidadosamete.

— Camina pues.— respondí. Paola me puso los ojos en blanco y empezó a caminar, me llevó a la biblioteca, Ana estaba ahí... con Fernando. Él estaba sentado en la mesa y jugaba con el cabello de mi chica. Ella me vio entrar, me vio fijo y su sonrisa se fue, eso se sintió horrible. Fernando me sonrió y a Paola también, carajo, olvidé que Paola iba conmigo. Me molesté al ver al encimoso de Fer con ella. 

— ¿Te vas a quedar parada aquí? ve con ella.— me susurró Paola en el oído. Ana nos observaba. Le hice caso a Pao y me acerqué a Ana.

— ¿Podemos hablar?.— dije en un tono muy serio, estaba muy nerviosa.

— Estoy ocupada.— dijo Ana sin voltear a verme. Fernando sonrió, me cara se deformó, estoy segura.
— Por favor Ana, sólo unos minutos.— Insistí.
— Está ocupada Alex, supéralo.— respondió Fernando. Mi enojo estaba aumentando. Paola se dio cuenta de eso.

— Alex, quizá debas venir conmigo.— dijo Paola, sonsteniendo una de mis manos que estaban hechas puños, tal vez inconscientemente estaba a punto de golpear a ese idiota y ella lo evitó. Ignoré a Paola.
— Ana, por favor.— Insistí nuevamente, ella ni siquiera volteó a verme. Paola al ver la reacción de Ana me tomó del brazo y me sacó de esa humillante escena. Me llevó a uno de los patios, el receso estaba a punto de acabar así que ya no había nadie. Estabamos ahí solas, Paola tomó fuertemente mis manos me sonrió, inmediatamente exploté en llanto.

— Tranquila Alex, vas a ver que las cosas van a mejorar, aún es muy rápido, deja que se le pase tantito y vas a ver que se van a arreglar.— me decía Paola mientras me abrazaba en consuelo. Yo estaba ridículamente llorando, no podía parar. La actitud fría de Ana hacia mi me dolió mucho. El timbre para el regreso a clases había sonado, pero yo aún tenía lagrimas, estaba sentada en el tronco de un árbol y Paola estaba ahí conmigo.