ELLA ES MÍA. (LESBIAN)

Capítulo 52. [¿Nuevo Inicio?]

—Corre Alex, corre más rápido nos estamos empapando — Grita Camila entre carcajadas muy divertidas que me hacen morir de risa.

Corremos bajo la lluvia con bolsas llenas de pastelillos de chocolates, entramos corriendo a casa de Camila.

— Ven, vamos a cambiarnos, necesitamos ropa seca o enfermaremos en dos segundos— dijo Camila mientras camina hacia su habitación, un suspiro se me escapó. Ella sonrió tímidamente escondiendo su rostro entre su cabello. Me invitó a caminar detrás de ella estirando su mano, la tomé y caminé trás ella.

Camila sacó un par de camisetas y me dio una. Se sacó la ropa mojada, me sonrojé al ver su espalda, su piel es bastante blanca, tiene un par de lunares y pequeñas pecas que bajan por sus hombros, su cuerpo se ve tan fragil, su delicada silueta, su cabello humedo cae por su espalda, ese color naranja que hace un contraste hermoso con su blanca piel.

Gira un poco su rostro hacia a mí, se sonroja al verme observándola, le sonrío con tímidez, ella cubre su rostro con sus manos y se echa a reír. Me acerco a ella lentamente. Ella me da la espalda y termina de ponerse su playera, suspiro nuevamente de frustración.

— ¿Estás bien, Alex? No has dicho absolutamente nada desde que te vi en el aeropuerto, es decir... has estado conmigo pero a la vez no, ¿me explico? ¿las cosas andan bien con Ana?— dijo Camila con su tierna voz y sus ojos viendo fijo a los míos, es verdad, no le he dicho que Ana y yo terminamos.

— ¡Alex! ¿estás bien? ¿por qué estás llorando?— dijo Camila asustada, no me di cuenta de que estoy llorando.

Camila se acercó y me abrazó tiernamente.

— Estoy en problemas...— susurré. Ella se aleja unos centímetros de mí para observarme.

— ¿Qué pasa? ¿puedo ayudarte?—

— Me gusta una chica que es increíble, te juro que es realmente asombrosa y muy hermosa— respondí viendola con tímidez, ella hizo una mueca que ocultó con una sonrisa a la mitad.

— Lo sé Alex... Ana es una chica muy hermosa y muy afortunada ¿sabes? me alegra que estén tan enamoradas— respondió Camila viendo hacia el techo y moviendo sus piernas con inquietud.

— Camila...— la interrumpí, ella sigue divagando. — ¡CAMILA!— insistí, ella me volteó a ver.

— ¿Qué pasa, Alex? yo solo estoy diciendo que es increíble que te guste tu chica, son la pareja perfecta, todos aquí las conocen y las identifican por ser la pareja más bonita del pueblo, es decir— Camila sigue hablando y hablando sin parar— lo que hay entre ustedes es especial y que bueno porque yo quiero que sean felices... yo quiero que tú Alex— Camila bajó la intensidad de su voz. — quiero que seas muy feliz...— concluyó y me dio la espalda.

— ¿Ya terminaste?— pregunté divertida, ella me observa con una mirada de confusión. Asiente con la cabeza, se cruza de brazos.

— Camila, creo que estoy enamorada de una chica cuyo nombre no es Ana— mencioné con cuidado y viendola fijo a los ojos, ella se sorprendió, parpadeó como veinte veces en diez segundos. — ¿Camila?, ¿estás bien?—

— ¿Te... te... te enamoraste de... DE OTRA CHICA?!!!— respondió ella con un tono furioso.

— Creo que sí, pero no te enojes Camila... no es mi culpa, no es culpa de nadie, es una chica grandiosa lo juro, fue inevitable— le dije, ella me puso los ojos en blanco, una sonrisa de ternura se forma en mi rostro. Ella me fulmina con la mirada.

— ¿De qué te estás riendo?!— pregunta furiosa. Ella no tiene idea de lo que estoy hablando.

— De nada— respondí ocultando una risita culpable.