Capítulo 56. [Confrontación]

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[Narra Alexandra]

— Te dejaré ir pero no necesitas mentirme— le susurré muy cerca de la boca. Ana se estremeció y yo hice lo mismo, me siento mareada y siento todo dentro mí hirviendo, espero una respuesta, Ana se queda en silencio unos segundos.

— No te estoy mintiendo, Alexandra...— respondió ella abriendo los ojos y mirándome fijo, su mirada era neutra, no logro distinguir alguna emoción en ellos. Ana liberó sus manos y las puso en mis hombros. — No regresé para ésto y tú tampoco lo quieres, no te confundas... y entiende ésto; no estoy aquí por ti— dijo con seguridad, me hizo a un lado y se marchó.


Me quedo un momento bajo ese árbol.

Rayos Alexandra, ¿qué estás haciendo?, yo estoy con Camila ahora, tengo como novia a una chica grandiosa, dejé todo por estar a su lado porque eso es lo que quise para mí, tengo que alejarme de Ana, no entiendo por qué me resulta tan complicado estar cerca de ella sin comportarme como una estúpida.

Un par de lagrimas rodan por mis mejillas. 

— ¡Alexandra!— dijo Aphril. Limpié rápidamente mis lagrimas. Ella se dio cuenta. — ¿Estás llorando? ¿es por el estúpido juego de las cartas?— preguntó ella con preocupación, la ignoré. — Venía a hablarte de eso, quiero pedirte una discúlpa, no quiero que pienses cosas que no son, no significó nada, okay?— se disculpó, la observo con indignación, ella se ve realmente preocupada.

— ¿Dónde está ella?— le pregunté con frialdad.

— Está en el baño, creo que te necesita...—

— La besas en un estúpido juego ¿y ya crees que sabes lo que ella necesita?— respondí molesta, dejándola sola ahí, caminé a buscarla.


La puerta del baño está cerrada, toco con delicadeza, nadie responde, me siento en el suelo recargándome en la puerta del baño.

— ¿Camila? Sé que estás en ese baño y sé que quizá lo último que quieres en éste momento es verme pero necesitamos hablar... me he estado comportando como una idiota ésta noche y quiero disculparme por eso. Tú nunca me has mentido en nada, eres la niña más transparente que he conocido y mereces lo mismo, es por eso que quiero decirte algo...— hago una pausa, aún no obtengo respuesta, tomo una gran bocanada de aire y continúo hablando. — Me molestó muchísimo que hayas dejado caer esa carta, sentí celos cuando te vi besar a esa chica es por eso que me marché sin decir nada pero...— volví a tomar aire, suspiré. — Camila, me encontré a Ana en los jardínes y... estuve a punto de besarla, yo fui... yo la acorralé y no te voy a mentir, no sé qué me sucedió pero no la besé, ella se quitó y se marchó, quizá estaba enojada, no lo sé... perdoname Camila— concluí. 

Un fuerte ruido se escuchó dentro del baño.

— ¿Camila, estás bien? Por favor responde, dime cualquier cosa, por favor, te juro que no te fallar...— la puerta del baño se abrió, me puse de pie rápidamente, los nervios me están comiendo. — ¿CAMILA?— dije sorprendida.

— No sé quién diablos es Camila pero definitivamente no soy yo, y me alegro de no ser ella— dijo la chica que salió del baño, una chica que NO es Camila. Me sentí taaaan avergonzada.

— Ohhh, ¡discúlpa! alguien me dijo que ella estaba aquí— me disculpé apenada. — ¿Por qué no dijiste que no eras ella? me dejaste decir todas esas cosas creyendo que era ella— le dije molesta. 

— Lo hubiera hecho con gusto pero estaba ocupada VOMITANDO, se me subieron un poco las copas jaja, y cuando terminé ya ibas a la mitad, es obvio que quise escuchar toda la historia ¿y te digo algo? si yo fuese ella te mandaría al carajo, ¿quién es Ana?— dijo la chica.

ELLA ES MÍA. (LESBIAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora