[Narra Ana]
— No puedo creer que ésto esté pasando, chicos... realmente está sucediendo, estoy tan emocionado que ni siquiera puedo decirles lo que quiero jaja, me hubiese encantado que Alberto estuviese aquí— dijo Adán con ánimo, dio un gran suspiro de resignación y volvió a sonreír. Luke lo miró y le apretó el hombro, él le regresó la sonrisa.
Por la bocina anuncian que el próximo vuelo a México está por salir. Luke y Adán viajarán juntos, ambos se ven asustados pero muy entusiasmados. Yo, por otro lado, estoy esperando mi vuelo a California, por fortuna sale en treinta minutos. Estamos los tres de pie con nuestras cosas en la sala de abordaje.
— Es hora de que se vayan chicos— dije esbozando un suspiro gigante, Adán me observó con nostalgia. — No Adán, no me veas así, esto no es una despedida... es increíble que los dos hayamos decidido tomar caminos distintos y a la vez seguir tan unidos, además, te estoy dejando en excelentes manos— bromee guiñándole un ojo a Luke quien se sonrojó. Los ojos de Adán se pusieron rojos y me abrazó con mucha fuerza.
— Estoy muy orgulloso de ti ojitos de gatito, te voy a extrañar muchísimo— susurró en mi oído mientras me mantiene envuelta en sus brazos. — Quiero que te cuides mucho y que me des detalles de TODO lo que hagas, a quienes conoces y hasta de lo que comes, okay?— concluyó dándome un beso en la frente, yo solo asentí con la cabeza y le di un apretón amable en el brazo.
Abracé a Luke, él me regaló una sonrisa muy cálida.
— ¡CHICOOOOOS!— Un grito histérico y apresurado nos retumba, los tres volteamos.
— ¿Alberto?— susurra Adán. Alberto viene cargando una mochila enorme en su espalda, viene vestido como si fuera a una escursión. Alberto se apresura corriendo con los brazos abiertos y se lanza ambos chicos en un abrazo.
— ¿Qué haces aquí? ¿cómo es que te dejaron pasar a ésta sala?— preguntó Luke observándolo.
— Porque mi vuelo está a punto de salir, así que tengo que darme prisa...— dijo él mostrándoles su ticket a los chicos, mientras, se giró a mí y me abrazó con una euforia. — ¡Anita! Me alegra muchísimo encontrarte, tenía miedo de ya no verte... te quiero desear un excelente viaje y que California sea el lugar correcto para ti, te mereces lo mejor, bonita... espero que cuando te vuelva a ver, ya seas una gran artista reconocida— dijo Alberto dándome un beso en la mejilla, me sonrió tan alegre como siempre es él y volvió con los chicos.
— Tu ticket dice que viajarás a México— dijo Adán.
— Lo sé, los estoy siguiendo, ¿no preteden dejarme solo aquí? ¿o sí?— dijo Alberto. Adán sonrió con felicidad, pero volteó a ver a Luke, él le guiñó el ojo.— ¡Es increíble! A mí me encanta la idea, de hecho me molesta que te hayas tardado tanto en decidirte, pero es genial que ya estés aquí...— dijo Luke con alegría.
— ¡Los amo! Vámonos ya que todos han abordado— dijo Alberto, los chicos dijeron adiós y se fueron.
Y aquí estoy yo, puedo ver mis pies y mis manos a cayendo a mis costados, una mochila llena de cosas que ya olvidé, sé que soy yo porque reconozco mis zapatos, veo mis manos y sé que son las mías pero... miro hacia adentro y todo está oscuro, justo en éste momento en el que estoy cerrando el ciclo más importante de mi vida me pregunto por qué me siento paralizada, ¿a caso una parte de mí está esperando a que Alexandra entre de la misma forma en la que entró Alberto? ¿de verdad estoy pensando en la estúpida e irreal idea de que Alexandra se aparezca y me diga que me ama a mí?. Por eso mismo me voy, porque esas ideas las tengo todo el tiempo, estas fantasías no me dejan dormir por las noches, me voy de aquí porque realmente quiero sanar, quiero sonreír sin que duela, quiero que el paño en mi mirada se vaya, quiero volver a dormir sin soñarla. Estoy agradecida por todo lo que éste pueblo me dio cuando llegué, aquí crecí, maduré y me enamoré. Conocí el amor y todo lo que viene con él, entendí que el amor no es una palabra ni un sentimiento solamente, sino una bomba disfrazada de una cajita de sorpresas, y explota cuando menos te das cuenta, estalla y nunca vuelves a ser la misma persona. Exactamente por eso me encuentro aquí, porque la bomba de mi amor se apagó y ahora no reconozco quien soy yo y debo salir a buscarme hasta encontrarme nuevamente...
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ELLA ES MÍA. (LESBIAN)
Romance¿Quien era Alexandra Stone? -Hola Alexandra, mi nombre es Ana, aún no me conoces, pero soy esa chica de la cual te vas a enamorar sin remedio.- -Vamos, Alex, arriésgate. Te lo dice Alberto, tu futuro mejor amigo.- -¿Por qué la amarías a ella? Uno n...