ELLA ES MÍA. (LESBIAN)

Capítulo 6. [La Confesión]

— Hola mi Alex, ¿tú sabes qué sucede con los chicos?.— Pregunta Alb, quien me sorprende por la espalda.
— Me asustaste! ¿qué pasa con los chicos?.
— Eso quisiera saber, tienen un buen rato en aquella roca y parece que están discutiendo...
— ¿En serio? No Alb, no tengo idea de qué suceda con ellos, ve a averiguar
— ¿Yo? Ve tú, fue Ana quien me quitó a Adán después de que estuvo contigo, tú has de saber y no me quieres contar.— Dice Alb sentándose a mi lado.
— De verdad no sé, Ana y yo estamos muy bien.— Respondo indiferente.
— Ay Alex, Ana y tú están mejor que bien, todos lo sabemos.— Dice Alb dándome un toque en el hombro y haciendo su cara de picaro, gesto que no comprendo, lo ignoro.

"Estamos solo nosotros cuatro debajo de éste cielo oscuro, nuestra fuente de luz más grande es la Luna y el fuego de la fogata, el clima es perfecto y la compañía no puede ser perfecta. Estamos sentados rodeando la fogata, quemando bombones encajados en unos palitos de madera, Adán toca música con su guitarra, tenemos cervezas y a nuestros "amigos", al fin siento que me identifico con esa palabra. Pero lo mejor de todo ésto es que, la tengo a ella. No puedo describir lo hermosa que se ve esta noche, la naturaleza le sienta bien, está sentada junto a mi y no saben como me estoy muriendo por que me abrace, sólo eso falta para que esta se convierta en una noche perfecta. Hoy le dije que soñé que la besaba, ella parecía confundida pero no molesta. Juro que no sé porqué me siento tan atraída por ella pero, es una atracción distinta, una que nunca sentí por ningún chico antes. Me muero por cuidarla y hacerla sonreír todos los días, quiero que ella esté bien, no quiero que nadie le haga daño, quiero que... quiero que ella pueda amarme."

— Alex, ¿qué estás escribiendo?.
— Ehhh, nada importante, Ana, esteem... ¿me pasas una cerveza?.— respondo mientras guardo mi libreta.
— ¿Es como un tipo diario?— Pregunta Ana. Se sienta a lado de mi.

— Algo así.

Mierda, me puse tan nerviosa que siento que tiembla todo de mi, no estoy lista para decirle lo que he estado sintiendo y pensando por ella.

— Alex, ¿estás bien? estás temblando, ven aquí, mapachito.— Ana se pega a mi y comparte conmigo su cobija con la que se cubre del sereno. Ahora sí se está poniendo perfecto esto.

— Si, ahora estoy perfecto.— Respondo. 
— Chicas, ustedes siempre se ven más cómodas que nosotros, eso es injusto.— Dice Alb.
— No podemos permitir eso, bro, hay que presumirles que también nosotros podemos estar cómodos.— Dice Adán mientras llega con una botella de vodka y unos jugos, se sienta a lado de Alb e igual que Ana, comparte su cobija con él, sólo que más descubiertos, sus cuerpos son visibles.

La platica aumenta y mi botella de vodka disminuye cada vez más, risas y más risas, ese es el sonido que acompaña esta noche. Estamos tan borrachos que ya no aguantamos más y el frío empieza a sentirse. Decidimos irnos a dormir.

— ¡Bueeeeno amigos! cr-cre-creeo que ya es hora de do-rrrrmig.— Dice Alb, o intenta.
— Cállate, no estés gritando, Alberto.— respondo.
Alb: ¿Pooooooorg? ¿vamos a des-despertar a los vecinos ardillas? jajajaja ARDILLITAAAAAS. 
Ana: ¿Quieres callarte???, Adán, es mejor que te lo lleves a la casa de campaña ya, está super borracho y no creo que pueda levantarse solo.
Alb: Ehhhh? siiiii, dormiiiir!!
Adán: Vale, bro, vámonos a dormir, mañana será otro día...
Alb: Bueno, pero yo voy a dormir con Ana y tú con Alex, porr-porrgque eso qu-quiere-s, broo.

Ese último comentario de Alb hizo que mis tripas se hicieran nudos, ¿es en serio? ¿voy a sentir celos todo el tiempo?. Ignoré por completo la parte donde dice que Adán quiere dormir conmigo, había olvidado que Adán sentía atracción por mi.

Ana: ¿Estás idiota o qué te pasa?