Capítulo 48. [Planes]

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— Entonces ahorita te veo, te amor, mi amor— le digo a Ana antes de terminar la llamada.

Luke entra a mi a habitación con una gran sonrisa.

— ¿De dónde vienes tan contento?— le pregunto con un acento de complicidad. Él me sonríe y se tira sobre mi cama.
— Yo siempre ando contento, primita... ¿y tú? ¿a dónde vas tan contenta?—
— Voy a encontrarme con Ana— respondo alzando ambas cejas y guiñándole el ojo. Luke me puso los ojos en blanco.
— Ah cierto, hoy cumplen una semana de "novias"— dijo él, le sonreí y seguí peinando mi cabello. — Oye Alex, no quiero ser pesimista y ya sé que puro amor entre ustedes dos pero, te recuerdo que en una semana tú te vas a ir...— 
— Pero voy a volver— lo interrumpí.
— ¿Si?—
— Sí, Luke... Ana ya sabe que me iré pero voy a volver por ella...— respondo en tono serio.
— No te digo ésto para molestarte, es que no quiero que te pase lo que sucedió la última vez que te fuiste, ¿cuánto tiempo vas a tardar en volver por ella?— dijo Luke con ternura. Lo miré unos segundos pensando en una buena respuesta. Suspiré.
— No volverá a suceder, y no sé, quizá unos meses... en cuanto tenga vacaciones regresaré— respondí con lamento. Luke dio un salto de la cama y se dirigió a mí.

— El amor te pegó duro primita, pero te deseo todo las bendiciones en su relación— dijo él y me besó la frente, le di una sonrisa torcida. Él iba a salir de mi habitación.

— ¡Luke!— él se detuvo. — ¿Y qué hay de ti? nunca me has contado nada sobre alguna chica, ¿nunca te has enamorado?— pregunté. Luke sonrió viendo el suelo.
— Por supuesto que me he enamorado— respondió al tiempo que salía de mi habitación.

Terminé de alistarme, ahora voy camino a encontrarme con mi bonita novia, nos vamos a ver un café. Por primera vez en mucho tiempo, Ana llegó primero que yo, está sentada en una mesita afuera de la cafetería, mi vista se deleita viéndola allí sentada, tan natural, tan ella. El viento juega con su cabello y ella lucha por mantenerlo en su lugar, me acerco a ella riendome.

— ¿De qué te estás riendo?— saluda divertida aún luchando por quitarse el cabello del rostro.
— Hola amor— respondo y pongo mis manos en su rostro y pongo su cabello detrás de sus orejas. — ¿Así está mejor?— le pregunto, ella se rie y asiente con la cabeza. Nos damos un pequeño beso en los labios. Nos sentamos. 

El mesero se acerca y pone dos frapuchinos de moca. 

— Espero que no te moleste que haya pedido por ti— dice Ana. Le doy las gracias al mesero quien se retira amablemente.
— Me leíste la mente, gracias— respondí a Ana.
— ¿Cómo estás?— dice ella.
— Ahorita mismo estoy muy bien, ¿y tú?—

— Excelente — responde Ana bebiendo su bebida.

Estuvimos más de una hora allí platicando y riendo, la tarde se tornó perfecta como suele ser cuando estoy con ella. Y aunque las palabras que Luke me dijo ésta tarde no dejan de pasearse por mi mente, intento verme bien ante ella.

— Mi amor— dice Ana tomando mi mano que está en la mesa. — ¿Segura que estás bien? te siento como distraida...— dice un poco preocupada.

— Si, de verdad estoy bien...— respondo, ella me lanza una mirada exigiendo la verdad. Suspiro. — Mmm, bueno, es una tontería que traigo en mente, algo que me dijo Luke antes de venir a verte...— le confesé.

— ¿Qué fue?— preguntó ella con curiosidad. Estaba a punto de responderle cuando Ana cambio su mirada, pareciera que había visto un fantasma.

— ¿Ana?— voltee a donde su mirada y estaba viendo a mi madre que se acercaba a nosotras. Desde que llegué, mi madre no nos había visto juntas y es obvio que Ana no se siente segura con su presencia. — Ohhh...—

ELLA ES MÍA. (LESBIAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora