— Señorita Alexandra, ¿podría entregarme su exámen ahora mismo?. — dijo mi maestra de anatomía, estirando su mano en espera a que le diera mi exámen.
— Pero si todavía no termino.— respondo en tono molesto.
— Y yo no le pregunté si lo había terminado, le pedí que me lo entregara, usted no entregó el trabajo que era requisito para presentar el exámen, démelo y salga del aula.— Pffff para lo que me importa el estúpido exámen.— hablo en susurros mientras me levanto, pero la maestra alcanza a oírme
— Discúlpe, ¿qué fue lo que dijo?
— Creo que usted y todos escucharon, aquí tiene.— dejo mi examen en el escritorio y me voy a la zona verde a esperar a que salga Adán o Ana. Después de media hora llegan los dos.Ana: Alex, ¿me puedes decir qué pasó allá adentro?. — se escucha desconcertada.
Alex: Nada, no hice un jodido trabajo y me quedé sin un estúpido exámen.
Ana: ¿Estás bien? ¿por qué estás tan molesta?
Adán: A mi me gustó lo de "estúpido exámen" jaja, hubieras visto su cara.
Ana: ¡Adán!Alex: No tengo nada, sólo no estaba de humor para aguantar a esa maestra, odio esa clase, si no fuera porque es la única que comparto con ustedes, ya me hubiera cambiado.— Ana se sienta a mi lado, me sonríe de una manera que me hace sentir tranquilidad dentro de mi, como si nada malo pasara, puso su mano sobre mi mano y la sostuvo fuerte. Ella me hace sentir fuerte. Adán voltea a vernos y solo nos da una sonrisa discreta.
Adán: Estar en finales es como amar y odiar la escuela, porque sabes que faltan un par de días para vacaciones pero son los días en los que más te cargan de proyectos y tareas finales
Ana: Ya sé, no puedo creer lo rápido que ha pasado el semestre
Adán: Oigan, muero de hambre, ¿les parece si continúamos platicando en un sushi?
Alex: ¡Siiii! ¿vamos?— le hablo directo a Ana, ella asiente con la cabeza, pone sus nudillos en su boca y simula comerselos, hace eso cuando tiene hambre.Salimos del Instituto y nos dirigimos al coche de Adán, antes de llegar nos encontramos a Alberto, quien por suerte viene solo.
Alb: Holaaa chicos, los he extraño un montón!— dice Alb haciendo un escándalo.
Adán: ¡Hey broo! que bueno es verte después de tanto tiempo, andabas perdido— dice Adán quien es el primero en acercarse y lo recibe con un abrazo y un saludo que solo ellos dos saben hacer con las manos.Alb: Lo sé, broo, pero prometo ir a tu casa luego para jugar XBox— Adán le sonríe
Ana: Justo vamos a irnos a platicar al restaurante de sushi, ven con nosotros, tenemos mucho que platicar, hace mucho que no te vemos, apenas y te saludamos por los pasillos.
Alb: Me encantaría chicos, pero voy a ir a comer a casa de Paola, de hecho tengo que ir a buscarla.
Alex: Es una lástima, esperamos verte de nuevo con más tiempo, en serio te extrañamos.
Adán: Ni modo, el deber llama bro, ya sabes que no hay problema.— Adán le sonríe de una forma diferente, como si le molestara sonreír y sigue caminando al coche.
Ana: Adán, esperanos... bueno Alb, parece que Adán muere de hambre, nos vemos luego, le mandas saludos a Paola de nuestra parte.— Dice Ana despidiéndose muy veloz. Yo sólo digo adiós con la mano porque antes de darme cuenta Ana ya estaba caminando sujetada de mi mano.Llegamos al restaurante de sushi, no estaba tan lleno como en otras ocasiones, nos fuimos a sentar en un pequeño salón en la parte de atrás, la última mesa. Ordenamos y el ambiente se sentía algo serio.
Alex: Oigan chicos... bueno, más bien la pregunta es para ti, Adán.— Intento romper el hielo pero Adán no me respondió, parece que ni siquiera me escuchó. — ¿Adán? ¡Adáán!— hablo más fuerte.
Adán: ¡Maa-maa-mande!— da un pequeño brinco.
Alex: ¿En dónde andas?— respondo mientras me como un rollito.Adán: Aquí. ¿Me decías?— recupera su postura, la típica en él, entre serio, como si el mundo no le importara, pacífico, pero a la vez un poco misterioso. Adán suele poner sus manos en posición como si fuera a rezar pero las coloca en la parte de su boca.
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ELLA ES MÍA. (LESBIAN)
Romansa¿Quien era Alexandra Stone? -Hola Alexandra, mi nombre es Ana, aún no me conoces, pero soy esa chica de la cual te vas a enamorar sin remedio.- -Vamos, Alex, arriésgate. Te lo dice Alberto, tu futuro mejor amigo.- -¿Por qué la amarías a ella? Uno n...