11.

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 Un día pasó desde que tuvimos que volver a los estudios de Teen Dance para empezar a ensayar, las cámaras se iban a encender pronto y teníamos varias reuniones de asesoramiento para saber cómo manejarnos. Estaba un poco nerviosa por eso porque no era divertido que el mundo supiera todo de mí, o más de mí de lo que yo creía, como pasó con Teen Dance en Estados Unidos, porque si había algo seguro, era que yo iba a llegar de alguna manera y si o si debía adaptarme a las cámaras.

Antes de empezar con Loru los ensayos el sábado, tuvimos la reunión de asesoramiento de imagen, con los vestuaristas y maquilladores, que nos iban a tener listos incluso cuando las cámaras nos estuviesen persiguiendo, aunque principalmente cuando hablemos sentados en el estudio, acerca de todo. No iba a negar que pisar el estudio me daba cierto nerviosismo, no exactamente por las cámaras o por el hecho de estar ahí, si no porque había dejado a Luca a mitad de un beso que no podía explicar ni por qué se lo di, solamente supe que quise dárselo. Verlo, me tenía tensa de saber si iba a molestarme como hacía más o menos desde que lo conocía, pero al menos ya tenía mi mochila.

— ¿Qué te pareció?

— ¿Qué cosa?

—La reunión, tarada. —dijo Sofi, yo me encogí de hombros. —No te quejaste de nada, es raro.

— ¿Por qué me quejaría? Ya sé cómo voy a jugar acá adentro, y ustedes también.

—Pero fierita nos van a estar persiguiendo por todos lados...

—Y vamos a salir en la TKM. —dijo Alejo contento, ya que la revista era uno de los auspiciantes y dependiendo nuestra marca en el reality iban a hacer hasta posters con nuestras caras. Alejo ya se veía en la pared de muchas chicas.

—Sí Ale, pero eso no es tan importante, sabes la fama que trae TKM, no exactamente por el talento.

—Pero va a traer fama y es lo que necesitamos al menos para resonar acá adentro.

—Sólo quiero que hagamos un camino limpio para llegar a la final, dar pelea arriba del escenario ¿entienden?

—Ojalá nos dejen, todos parecen muy copados menos los argentinos, no me sorprendería que se busquen la fama peleándonos. —dijo Facu y estuve de acuerdo, principalmente la chica.

—No la voy a dejar, a menos que sea bailando. —le dije y me levanté para salir del camarín, ya era la hora en la que llegaban los cocineros para tener nuestro desayuno listo, iba a ser la primera en pedir la perdición de Estela, su torta.

Bostecé saliendo al pasillo para llegar a la cocina, producción iba y venía haciendo cosas y a diferencia de la semana, había mucho más gente trabajando, quizá porque empezaba el reality con las cámaras. Me encaminé a la cocina pero me retuvieron antes de entrar y al darme la vuelta, lo vi a Luca haciéndome seña para que lo siguiera, sin pensarlo lo hice y no me solté de su agarre ni siquiera cuando bajó su mano para entrelazarla con la mía y hacerme entrar en una de las puertas que no leí el nombre.

Entramos a la parte trasera de un anfiteatro, en los últimos asientos, los más altos ya que iba en bajada, era enorme todo el lugar y el escenario mucho más, pero no había nadie trabajando por lo que dudaba que fueran donde nos presentáramos cuando estuviésemos en vivo. Luca tiró de mi mano y me hizo entrar en las bambalinas de al lado de la puerta, donde estaba todo oscuro pero llevaban a un pasillo que indicaba con una tenue luz escaleras subterráneas, debajo de todos los asientos de los espectadores.

Bajamos las escaleras alfombradas parando en el primer descanso que llevaba a otro pasillo, donde me hizo entrar y en la oscuridad que propagaba el lugar me acorraló haciéndome chocar con una pared y encerrarme con su cuerpo. Mi corazón iba desenfrenado por la adrenalina y sin que pudiera hablar, se acercó para besarme.

Teen Dance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora