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El doctor Sebastián fue mucho más que un profesional dándome las indicaciones justas para mi situación, se comportó como un verdadero humano y me dio su punto de vista basado en el interés que lo demostré a mi causa. Él estaba convencido de que parte del ataque de pánico que había tenido fue el estrés de la presión que tenía mi nombre en el reality, y el acontecimiento con Mónica me terminó de colapsar de tal manera que fue imposible para mi psiquis contenerse, por lo que explotar iba a ser obvio.

Un día pasó y me quedé callada, aprovechando que todos me daban mi espacio para aclararme y contar lo que había sucedido cuando quería, sólo lo sabía el psicólogo y para mí fue mucho más relajante cuando me aseguró de que se iba a encargar de acompañarme en esos momentos, junto a un abogado y mi representante que también estaba desesperada por querer saber y manejar mi imagen, demostrándolo a diferencia de mi entorno.

La producción me dio tres días para aclarar las cosas y retrasó nuestra aparición en el show una semana, así como el programa en vivo del próximo martes si es que llegaban a bailar los grupos que faltaban, pudieron hacer eso pero lo que se les fue de las manos según me dijo Pamela, lo cual no creía que haya sido del todo así, ya que tanto mis compañeros como el público se enteraron que mínimamente había sido apartada del show unos días por "estrés", esa fue la excusa que le di a Pamela para que la reversionara a mi beneficio.

La puerta del departamento se abrió y Luca entró con los anteojos todavía puestos, pero pude notar su frustración porque se notaba en los rasgos de su cara la seriedad que traía. Se acercó y saludó a Sofi, después besó mi frente.

— ¿Todo bien?

—Sí, me voy a bañar, ya vengo.

Asentí acariciando un poco su mano y lo solté en cuanto se alejó, ayer había mencionado que Sebastián le parecía muy joven y poco serio cuando intentó sacarme una sonrisa, yo entendía de eso e identifiqué enseguida su molestia y más que por celos, era porque él todavía no sabía lo que mi psicólogo sí.

—Ya que vino Luca me voy a ir al estudio, vamos a ver si los tres hacemos casi el cuarto de tu cerebro para inventar una coreografía.

—Ustedes pueden, los tres son talentosos así que les van a surgir cosas ingeniosas.

—Ojalá, si no vamos a seguir los pasos de Agusti...—se tapó la boca mirando a la puerta del baño, pero Luca no había salido.

— ¿Los pasos de ellos, por qué?

—Tuvieron un puntaje bajísimo y estoy segura que a Luca lo van a amenazar con que diga que te fue a ver a vos a cambio de que no los descalifiquen.

— ¿Vos decís? Luca me dijo que tenía que hacer de nuevo la coreografía en las eliminaciones, pero no que lo podrían descalificar.

—No sé, pero Ale me contó que están los cuatro bastante tensos, y hoy cuando saludé a Fede estaba re apagado, así como Luca. —me dijo y se acercó a darme un beso en la mejilla. —Te dejo con tu Romeo, descansá fierita, no te estreses por nada.

—Estoy en eso. —le sonreí y la vi cerrar la puerta, dejándome sola hasta que Luca saliera. Me levanté a buscar la comida que nos había traído Carlitos y puse los platos para los dos, me acerqué a la puerta y ya no se escuchaba el agua. —Luca ¿vas a comer o ya comiste?

—No, no comí.

—Bueno, te espero entonces.

Me senté en la mesa y esperé a que saliera corriendo el celular de mi vista, porque una de las indicaciones que me había dado Sebastián era que no prendiera el teléfono en ningún momento porque aumentaría mi ansiedad, la cual estaba pero justamente por no encenderlo. Luca salió poniéndose la remera y antes de sentarse se acercó a darme un beso en los labios.

Teen Dance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora