Teen Dance.

24.

No quería ir al comedor porque estaban filmando testimonios y lo que menos quería era enfrentarme a la cámara después de lo ya nos hicieron estar, así que con Luca nos desviamos del camino para entrar a mi camarín, los chicos enseguida terminaban iban a ir directo a ensayar, por lo que podíamos estar solos..

—En vez de ocupar el tiempo de ensayo de los grupos, podríamos quedarnos o juntarnos para ensayar nosotros tu coreografía y mañana mostrárselas a todos, ¿qué te parece?

—Sí pero...la coreografía del grupo está armada más o menos, no es necesario que esté.

—Yo sí necesito estar, todavía no tenemos todo concreto. —hizo una mueca y yo lo miré sorprendida.

— ¿Tu líder está sin ideas para eso?

—No es mi líder, que ella creo eso no la hace mi líder.

—Suficiente con que lo crea. —me reí y él rodó los ojos abriendo su saché de chocolatada. —Ella los maneja y ustedes de alguna manera la siguen.

—Bueno pero es por el grupo, después en ningún otro momento me maneja, a ninguno. —dijo un poco molesto, y me sorprendió su cambio de humor repentino.

—Entonces juntémonos después, no hay problema.

— Tengo una reunión cuando terminen los ensayos, ¿me esperas? —preguntó en un suspiro y yo asentí tomando mi chocolatada, subí mis pies al sillón y me acerqué más a él metiéndolos entre sus piernas.

—Con una condición.

— ¿Cuál?

—Salimos de acá y te invito a almorzar al Mc Donald's de la plaza. —le dije y recuperó la sonrisa, la tan contagiosa que tenía y el efecto era peor cuando veía la argolla hincándole en la comisura. — ¿Qué pasa?

—Nada, intento controlarme.

— ¿Controlarte?

—De no comerte la boca a besos. —murmuró y envió una electricidad a todo mi cuerpo que logró hasta fuego con ella, intenté seguirlo en eso de controlarse porque decirme lo que deseaba despertaba en mí lo que yo también deseaba.

Intenté respirar el poco aire que me permitió cuando se acercó teniendo de freno mis piernas flexionadas, también estaba sentada entre las suyas a cada lado de mí pero no me frenaban como yo a él.

—Lástima que los amigos no se pueden besar ¿no?

— ¿Cuándo dije que éramos amigos? —pregunté y los dos nos reímos, pero me alejé un poco para no perjudicar a mis pulmones y mi sentido común. Dejé el saché en la mesita y me abracé a mis piernas para mirarlo. —En serio, ¿estás bien?

—Sip, pero es difícil ser tu amigo cuando me mirás así. —dijo y yo sonreí negando, agarró mis manos y las entrelazó con las suyas para mirarlas. —Prefiero mirarte las manos pero no tenés algo que no sea lindo.

—Uh no, estás en modo chamuyo de nuevo. —me reí y escuché cuando se abrió la puerta, quise soltarme de sus manos pero no me dejó y cuando me di la vuelta para ver, Alexis y Facundo entraron con dos expresiones totalmente opuestas.

—Epa, ¿practican posiciones del kamasutra con ropa? —preguntó Facu poniéndose frente a nosotros, rodé los ojos separando nuestras manos y Luca se estiró hacia atrás saludándolo con un choque de puños.

— ¿Cuándo es tu cumpleaños? Así te regalo el Kamasutra porque evidentemente no lo conoces. —bromeó Luca haciéndolo reír fuerte a Facundo mientras se alejaba para buscar algo en su mochila.