El camino al departamento lo hicimos en silencio, a Luca no dejaba de sonarle el teléfono y su seriedad había vuelto a ser parte de la tensión que establecía sin importar cuán bien estábamos antes. No me gustaba meterme si es que él no decidía contarme qué era lo que pasaba, porque hacía más de una semana lo llamaban y no atendía, probablemente seguía siendo su mamá ya que según lo que me dijo habían discutido pero no especificó, sin embargo cada vez me preocupaba más saber el porqué.
— ¿Por qué no atendés?
—Porque no es importante.
— ¿Es tu mamá? —pregunté y asintió haciendo una mueca. — ¿Y si es por la consulta que le hiciste a tu padrastro?
—Si es así me va a llamar él.
—Luca no quiero meterme en tus asuntos familiares, pero te siento... diferente este último tiempo, más serio, enojado, ¿puedo ayudarte en algo?
—No te cuento porque no vale la pena, pero estoy peleado con mi mamá porque se metió en cosas que no se tenía que meter y aparte venimos chocando por diversas cosas...
— ¿Por mí?
Su silencio evidenció mucho más lo que ya tenía asumido, ella no me quería y aunque eso había dejado de ser una preocupación para mí, empezaba a ser para Luca una incomodidad que no parecía poder manejar.
—No te voy a mentir, pero sí, un poco. —suspiró y yo asentí, ya lo tenía claro. —Obviamente ella piensa que me vine a vivir con vos y me la hace difícil, no veo a Cajón hace días ya y no me lo quiere dar...
— ¿Luca por qué no me contás esas cosas? No sé si pueda darte una solución pero acompañarte, contenerte, no sé algo...—le dije con cierto enojo que quise que sintiera, porque no era algo que podría dejar pasar. — ¿Cómo voy a saber si te puedo ayudar si no me decís lo que te pasa?
—Porque en verdad siento que no tiene interés Alma, vos tenés tus problemas para yo cargarte con los míos, y sé perfectamente que te tengo. —me agarró de la mano y me miró por un momento mientras conducía. —Me basta con saber que te tengo.
—A mí no me basta Luca, porque somos amigos, podemos ser algo más pero ni siquiera me contás lo que te pasa, yo tardé un poco en contarte pero lo sabes y me sentí mejor cuando supe que me apoyabas, pero vos estás tardando mucho tiempo para lo que considerás una estupidez y te tiene mal todos los días.
—Es que es una mezcla de muchas cosas, no sólo mi mamá, estás vos, el show, mis amigos, mis abogados que... —se calló negando. — Es un rejunte de cosas que me cuesta contarlas porque me considero capaz de resolverlas por mí mismo.
—Pero no estoy pintada en tu vida, de alguna manera estoy perteneciendo a ella porque estamos viviendo juntos sin pensarlo, y no me gusta ser parte sólo de tus momentos felices, quiero ser parte de todo y siento que no me dejas. —le dije soltando mi mano de la suya y me crucé de brazos mirando hacia la ventana, porque me sentía decepcionada de su actitud, al fin y al cabo parecía sólo su compañera de cama y de show, porque otro lugar no me daba como decía cuando aclaramos que éramos amigos.
El silencio volvió desde el tramo que nos quedaba hasta que bajamos en el estacionamiento para subir al piso, no lo esperé como solía hacer y me fui primera para ocupar el baño, sumergirme en su hermosa bañera que también funcionaba como jacuzzi, y olvidar por un rato los acontecimientos que la vida me presentaba a cada instante, sin dejarme mínimamente respirar.
—Alma. —escuché su voz del otro lado. — ¿Puedo pasar?
No respondí pero él tomó eso como un sí, porque abrió la puerta y aunque no lo miré, se acercó para sentarse al borde de la bañera con una confianza que no le di, pero no reproché.
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Teen Dance.
Teen FictionPROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. OBRA REGISTRADA. El concurso de baile más famoso de adolescentes, llegó a Argentina después de triunfar en Estados Unidos sacando a las estrellas más codiciadas de aquel reality. Con propósito de no sólo sacar a co...