65.

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Era un hermoso jardín, ampliamente cubierto el suelo de verde hasta el fondo, donde un jacarandá inmenso era rodeado por muchas flores plantadas. Dos grandes masetas con hermosas orquídeas llevaban ocultas por detrás más que cenizas, en ellas también estaba el recuerdo latente de las personas más importantes de la vida de mi novio.

Inmutado a la debilidad, me impacientó hacerle saber lo mucho que compartía su sentimiento a pesar de no haber vivido algo similar, por lo que apoyé mi mano en su hombro y me agaché a su lado, donde él miraba con firmeza aquellas orquídeas resguardando en su corazón a sus seres queridos.

—Qué agradecida me siento con esas lucecitas que nos hicieron cruzarnos en nuestros caminos.

— ¿Decís que mi papá me puso en tu camino y tu mamá en el mío?

—Sí, pienso que alguna obra del destino fue.

—Entonces sos vos la única respuesta que puedo encontrar a pedirle la razón del porqué no me llevaron con ellos. —dijo tomando una gran bocanada de aire. —e increíblemente agradezco que no lo hayan hecho, hoy.

—Yo también lo agradezco, pero imaginate lo orgulloso que debe estar tu papá... sos una excelente persona, te formaste de lo que quisiste y haces feliz a los demás, con tu enorme corazón y tu carisma inigualable.

—Me gusta pensar que me formó para ser lo que decís.

—Es lo que hizo, sos una obra terminada y más perfecto no pudiste haberle salido. —le dije y su sonrisa se extendió un poco. —Misión cumplida.

—Creo que sí, soy quien soy gracias a él.

—Lo sé.

—Fue un excelente papá, ojalá yo pudiera ser así en el futuro, al menos un poco de lo que fue él.

—Va a ser así Luca, lo tenés en la sangre.

—Sí, eso creo.

—Cajón está totalmente de acuerdo con que es así.

—Cajón y en algún momento los cuatro nuestros. —me miró con picardía y yo levanté ambas cejas.

—Para eso falta, por ahora Cajón está muy bien solo.

—Puerta, mesa o ventana están esperando que mamá Alma y papá Luca llamen a la cigüeña.

—Ay Luca por Dios. —me reí levantándome y él también se rió un poco. —definitivamente no voy a dejar que elijas los nombres de nuestros futuros hijos, no me sorprendería que quieras ponerle Heladera.

—Perdón papá, es la única nuera que hay para vos. —dijo mirando la flor y antes de levantarse dándole un beso a sus dedos los puso sobre la maseta. —gracias por ponerla en mi camino, pudiste haberme buscado una mejor pero bueno me conformo.

— ¡Luca! —le pegué un poco y él se rió levantándose para atraerme de la cintura y apegarme a su cuerpo. —Qué malo que sos.

—Por favor, nada me hace más feliz que tenerte a mi lado, compartir cada aspecto de mi vida, juntos, es de los mayores placeres que tengo el gusto de vivir.

—No pares nunca con tus frases de google. —le pedí acercándome a su labios para morder su arito, pero antes de hacerlo del todo se quejó.

—Eh pará que esa no es ninguna frase google, salió pura y exclusiva de yahoo. —dijo y yo me reí pasando mis brazos por su cuello para inclinarme y besarlo profundamente, aprovechando que nadie habitaba el lugar y estaba lejos de la vista de alguien, principalmente para acariciarlo y que él me acariciara a mí sin prejuicio de algunas miradas obstantes a nosotros.

Teen Dance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora